El PP continúa enzarzado en una cainita lucha interna que mantiene a Isabel Díaz Ayuso y el control del PP madrileño como pieza a batir. Los terminales mediáticos de la secretaría general de los populares dirigida por Teodoro García Egea, llegan también al grupo Prisa y este lunes el diario El País cita fuentes cercanas, precisamente a Egea, para explicar que Casado no piensa levantar la bandera blanca ni bajar la intensidad de los ataques contra la presidenta madrileña. "Fuentes próximas a la dirección sostienen que está dispuesto a ir hasta el final", dice El País, para evitar que Ayuso se haga con el control del PP madrileño.
Pero la campaña contra la líder madrileña no se circunscribe únicamente en la cruzada de Casado por mantener el control del partido en Madrid, sino que va un paso más allá. Las mismas fuentes citadas por la cabecera de Prisa indican que el caso de Ayuso "recuerda a muchos dirigentes" al de Cayetana Álvarez de Toledo y sostienen que es la prueba evidente de que la dirección debe actuar con contundencia contra los versos sueltos: "No se pueden dejar heridos", dice un dirigente de peso, partidario de expulsar a la exportavoz parlamentaria que este fin de semana se despachó a gusto contra la dirección del partido que ejerce Teodoro García Egea en las páginas del diario El Mundo.
Así pues, el congreso de los populares en Castilla-La Mancha, que se ha desarrollado en la localidad de Puertollano, se ha convertido en un nuevo escenario de batalla contra la presidenta de al Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso que, precisamente, fue recibida al grito de "presidenta" en el cónclave.
La propia Ayuso aprovechó su paso por Puertollano para volver a pedir democracia interna también "para el partido en Madrid". Según fuentes de su equipo, ésta será la respuesta cada vez que se le pregunte ya que no quiere dejar de plantear sus reivindicaciones y cree que debe presidir el PP de Madrid. Además, volvió a repetir que espera que pueda celebrarse pronto el congreso madrileño, lo que hace que crezca el enfado de Casado, según los confidentes populares de Prisa.