La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, se ha convertido este sábado en la protagonista absoluta del encuentro "Otras políticas", impulsado por la valenciana Mónica Oltra, y al que también han acudido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la líder de Más Madrid, Mónica García, y la portavoz del MDyC en Ceuta, Fátima Hamed.
A pesar de que todas ellas han negado estos días que el acto fuese a convertirse en "la presentación de ninguna plataforma", la propia vicepresidenta ha iniciado su intervención asegurando que este acto es "el comienzo de algo que va a ser maravilloso".
El público del teatro Olympia de Valencia la ha recibido y despedido al grito de "¡presidenta, presidenta!" y, aunque Díaz en ningún momento ha desvelado sus intenciones, su discurso ha estado plagado de frases en la misma dirección. "Lo mejor está por llegar", ha repetido insistentemente.
"Sujétame el cubata"
La vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, ha tratado, sin embargo, de restar importancia al acto que ella misma había organizado. "Esto fue una idea de un equipo de gente, fue un poco así como... ‘sujétame el cubata’", ha explicado entre risas. Oltra se ha arrogado, además, la representación de todas las mujeres españolas. "Ayuso no nos apetecía que viniera", ha matizado.
La líder de Más Madrid, Mónica García también ha aprovechado el encuentro para arremeter contra la presidenta madrileña, a la que ha acusado de buscar la confrontación con otras comunidades. "Madrid os quiere, pese a todas las barbaridades que se oyen -ha espetado al público valenciano allí presente-. No sólo os quiere, sino que os necesita". Unas palabras que han dado pie a la presentadora, Carolina Ferre, a sentenciar que "Madrid se cree el ombligo del mundo", una acusación ante la que García ha preferido guardar silencio.
"Vamos a hacer política bonita"
García ha bromeado, además, con los calificativos que el PP ha utilizado para referirse al encuentro -"Es el primer aquelarre al que vengo y no me lo imaginaba así"- y ha tratado de explicar su objetivo al participar en el mismo: "Que este tsunami feminista marque este ciclo político". Lejos de proponer alternativas o políticas concretas, sin embargo, la líder de Más Madrid ha resumido así sus intenciones: "Vamos a hacer política bonita".
Ada Colau, por su parte, ha denunciado el supuesto interés de ciertos lobbys en pregonar todo tipo de fake news sobre ellas, mientras que la ceutí Fátima Hamed ha criticado "el auge de la extrema derecha", aunque ha subrayado que "Ceuta no es lo que se ve en los plenos", en referencia a los constantes enfrentamientos con Vox.
Para terminar, Yolanda Díaz se ha mostrado convencida de que todas ellas son "creíbles" y, por tanto, capaces de responder a las necesidades de la gente. "Creo que aquí tenemos un proyecto de país", ha sentenciado. Su receta: "Hagamos cosas pequeñas, soñemos en grande y caminemos juntas". Dos palabras, éstas últimas, que bien podrían convertirse en el lema de la posible plataforma liderada por la actual vicepresidenta, ya que han sido las más repetidas por las cinco políticas en su despedida.
Gritos, huevos y una espontánea
A pesar de la imagen festiva que todas ellas han tratado de transmitir, el acto no ha estado exento de polémicas. La primera, antes incluso de empezar, ya que un grupo de camioneros que se manifestaban en los alrededores ha recibido a Díaz y compañía lanzando huevos y proclamas. También un grupo de feministas contrarias a las leyes impulsadas por Podemos ha desplegado una pancarta frente al teatro donde se celebraba el evento: "A favor de la agenda feminista, contra las leyes trans".
Una vez dentro, el momento de mayor tensión se ha producido cuando una mujer que tampoco parecía comulgar con su discurso ha interrumpido la charla de las cinco políticas. "¡Las mujeres no somos homogéneas!", ha gritado para que la escuchasen.
Sin embargo, y a pesar de se trataba de un encuentro "para dialogar", como ha presumido la presentadora, los asistentes han tapado su intervención al grito de "¡fuera!" y han evitado que continuase exponiendo sus quejas ante la discriminación que sufren los hombres por culpa de la obsesión feminista.