El joven gay que se inventó una agresión homófoba en Malasaña en septiembre, el conocido como bulo del culo, se sentará en el banquillo después de que un juez de Madrid le haya imputado por simulación de delito, según informa El Mundo.
El individuo, de 20 años, denunció que ocho encapuchados le grabaron con un cuchillo en el culo la palabra "maricón". Tras la dimensión política y mediática que adquirió el caso, acabó reconociendo ante la Policía que las heridas fueron consentidas mientras mantenía relaciones con otra persona y que se lo había inventado todo para conservar a su actual pareja. Pese a las dudas que existían desde el primer momento, la izquierda no dudó en utilizar la agresión políticamente –el primero, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska– para atacar a Vox.
Cuando el tipo confesó, la Policía decidió trasvasar sus pesquisas a la Justicia, presentó una denuncia y envió a Plaza de Castilla el atestado completo con todos los detalles de la investigación y la declaración del joven. Por reparto, correspondió al Juzgado de Instrucción número 52, cuyo titular abrió diligencias.
Según el diario de Unidad Editorial, el magistrado le ha imputado por simulación de delito, que contempla una pena de seis a doce meses de cárcel para la persona que, ante algún funcionario, "simulara ser responsable o víctima de una infracción penal o denunciara una inexistente, provocando actuaciones procesales". A efectos prácticos, el caso se cerrará con una multa tras la celebración de un juicio rápido aún pendiente de señalar.