El reparto de los nuevos magistrados del Constitucional ha sido un espectáculo bochornoso en las formas, pero también en su resultado final. Entre los cuatro encumbrados por el pacto entre PP, PSOE y Unidas Podemos destaca el nombre de Ramón Sáez Valcárcel, el elegido por el partido morado, que ha destacado por algunos pronunciamientos contra decisiones del TC o instituciones clave del Estado.
Entre estas está el voto particular que emitió en septiembre de 2008 y en el que, al igual que otros cuatro magistrados de la Audiencia Nacional, pedían la absolución de unos separatistas que habían quemado fotos del Rey.
Sáez Valcárcel aseguraba en su voto discrepante que un hecho como el que se juzgaba es "normal en el mundo globalizado" y aseguraba que quemar las imágenes de "gente de poder" tiene un "carácter ritual".
Contra la Prisión Permanente Revisable
Mucho más recientemente Sáez Valcárcel se posicionó contra el criterio que acababa de expresar el propio Tribunal Constitucional en el asunto de la Prisión Permanente Revisable, que fue considerada perfectamente acorde con nuestra Carta Magna.
Además, el nuevo magistrado del TC lo hizo sólo unos días después del asesinato de un niño en Lardero, un crimen que conmocionó a la sociedad española y que fue cometido por un condenado por asesinato que había salido poco antes de la cárcel.
Sáez Valcárcel lo hizo a primeros de noviembre durante su comparecencia en la Comisión de Nombramientos del Congreso de los Diputados, posicionándose en contra de "penas cuyo recorrido las convierte en unas penas de difícil compatibilidad con criterios de humanidad".