Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, el acercamiento de presos de ETA al País Vasco ha sido una constante. Viernes tras viernes, hemos ido conociendo las cifras de forma aislada. Sin embargo, este martes ha trascendido que, a fecha de hoy, sólo 19 internos de la banda terrorista se encuentran en cárceles situadas a más de 200 kilómetros de su comunidad. Hace tres años, la cifra ascendía a 209, lo que, según denuncia la Asociación de Víctimas del Terrorismo, pone de manifiesto que el Gobierno "ha derogado de facto la dispersión de los presos de ETA".
Las estadísticas -incluidas en el informe que el Ministerio de Interior acaba de enviar al Consejo de Europa- también revelan que los 212 terroristas que permanecían recluidos en régimen cerrado se han reducido a 8. "Lo que para el Ministerio del Interior es motivo de orgullo, para la AVT es una cesión clara a ETA y a Bildu a cambio de apoyo en las instituciones -lamenta la presidenta de la AVT, Maite Araluce-. Al final, han mentido y han hecho lo que tenían previsto: engañarnos a las víctimas".
De esa maniobra, Araluce culpa directamente a Fernando Grande Marlaska, el juez que luchaba contra ETA y que, al entrar en política, les prometió personalmente que este tipo de beneficios penitenciarios se aplicarían "individualmente y, desde luego, nunca con presos con delitos de sangre".
Hoy, las víctimas ven cómo sus esperanzas han tornado en decepción: "Pensábamos que Marlaska tenía cierta sensibilidad por toda su carrera anterior y la verdad es que nos ha decepcionado totalmente -reconoce sin ambages Maite Araluce-. Nos ha mentido. Ni en los peores sueños, pensábamos que íbamos a acabar así".