Puigdemont, Borràs y Boye atribuyen la detención de Costa al cuarto aniversario del golpe separatista

Los principales dirigentes del separatismo neoconvergente no albergan la más mínima duda. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha ordenado este miércoles la detención del exvicepresidente de la cámara catalana Josep Costa —que plantó al citado tribunal el pasado 15 de septiembre en una causa por desobediencia— para "celebrar" el cuarto aniversario del golpe de Estado. Tal día como hoy de 2017, el Parlamento catalán aprobó la proclamación de independencia que dio pie a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, al arresto de una parte de los golpistas y a la huida de Puigdemont y otro sector del gobierno regional.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha recurrido a Twitter para denunciar que le han impedido el acceso al interior del edificio judicial tras haber recibido una llamada de Costa, que estaría en los calabozos de la sede judicial a la espera de ser llamado a declarar. El prófugo Puigdemont ha asegurado en la misma red social que "el día elegido por el Tribunal de la Santa Represión para hacer un gesto de autoritarismo no es ninguna casualidad". Y el letrado de referencia de los golpistas, el excolaborador de ETA Gonzalo Boye, ha señalado que "la detención de Josep Costa es ilegal, constituye una vulneración flagrante del derecho fundamental a la libertad, a la inviolabilidad parlamentaria, a no declarar y en definitiva del derecho a un proceso equitativo". Según Boye, la detención de alguien por un delito que no acarrea penas de cárcel es "desproporcionada".

A pesar del furor separatista en las redes, sólo unas pocas personas se han acercado hasta la sede del TSJC para protestar por la detención de Costa. Entre ellas, la citada Borràs, Elsa Artadi, Jaume Alonso Cuevillas y las diputadas de ERC Alba Vergès y Núria Picas.