Josep Costa, exvicepresidente del Parlamento catalán y uno de los miembros del partido de Puigdemont más radicales, ha sido detenido por los Mossos d'Esquadra. Tenía pendiente una cita en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) desde hace unas semanas, cuando decidió que no quería personarse ante los magistrados para declarar en una causa por desobediencia.
Costa hizo ostentación de su plante, alegó que estaba por encima de los jueces "españoles", que no reconocía a los tribunales "del Reino" y que, en definitiva, no le daba la gana presentarse en el TSJC aunque fuera para negarse a declarar.
En cambio, el que fuera presidente de la cámara la pasada legislatura, el republicano Roger Torrent, ahora consejero de Empresa y Trabajo, sí que consideró pertinente cumplir con los requerimientos de la justicia y acudió a la cita del pasado 15 de septiembre arropado como es costumbre por la plana mayor de su partido. Y como es costumbre también se quejó de la supuesta causa general contra el independentismo.
Torrent debía hacer frente a una denuncia de la Fiscalía por haber accedido a tramitar propuestas contra la monarquía y a favor de la autodeterminación expresamente anuladas por el Tribunal Constitucional. Ese día, que coincidió con la primera sesión de la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern, también estaba citado el ahora detenido Josep Costa.