Apenas un día después de la manifestación por las calles de Barcelona que congregó a un millar de agentes de Mossos d’Esquadra para denunciar que "agredir en Cataluña a un policía sale gratis", desde la CUP han dado un paso más en su acuerdo de gobierno con ERC para "revisar el modelo policial" a cambio de sustentar la legislatura de Pere Aragonès. Los radicales anuncian la creación de "una oficina para denunciar abusos policiales" y que básicamente tendrá por objeto "corregir protocolos y expedientar a los agentes", que a su juicio cometan "malas prácticas" contra los violentos.
El anuncio lo hacía este domingo el diputado de la CUP, Xavier Pellicer, en una entrevista en Cataluña Radio, y tanto ERC como Junts han bendecido la propuesta que llevarán próximamente al Parlamento. Será por lo tanto una vía de control paralelo al que ya realiza la Consejería de Interior y que, sin duda, dejará a los agentes aún más desprotegidos en los casos de denuncias por agresiones después de que el gobierno separatista, también presionado por la CUP, haya eliminado su gabinete jurídico.
La CUP espera que esta oficina para fiscalizar a los Mossos y que aseguran que contará con "perfiles técnicos" que no ha definido, pueda ponerse en marcha lo antes posible aprovechando que serán ellos quienes presidirán en el Parlamento la comisión de estudio sobre el modelo policial y de orden público en Cataluña. Los comunes de Ada Colau también estudian unirse a esta oficina de control paralela.
Conviene recordar que esta última exigencia de la CUP para acorralar a los Mossos se suma a las ya pactadas de retirar por parte de la Generalidad "las acusaciones particulares contra manifestantes" independentistas así como la eliminación de ficheros policiales y el seguimiento o tareas de identificación de violentos que hayan participado en cualquier protesta. "Estamos vendidos", lamentaba días antes de la manifestación de los sindicatos de Mossos, el portavoz de USPAC, Albert Palacio, en declaraciones a Libertad Digital.