La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, mantiene por el momento el escaño al diputado de Unidas Podemos, Alberto Rodríguez, condenado por el Tribunal Supremo por patear a un policía, a pesar de que el juez Manuel Marchena le envió ayer un oficio reclamando conocer desde cuándo había entrado en vigor la pena de inhabilitación.
Después de una jornada frenética de reuniones desde primera hora, y tras haber convocado de urgencia a la Mesa del Congreso, Batet ha enviado un escrito solicitando al Supremo una aclaración sobre si la condena implica la retirada del escaño, alargando así el proceso y la decisión final sobre el diputado. Es de prever que la respuesta del Alto Tribunal será pedir que le retiren el acta después del toque de atención de Marchena.
PP y Vox han reclamado en todo momento "hacer valer el Estado de derecho", es decir, cumplir la sentencia del Supremo y retirarle inmediatamente el acta. Según ha explicado en rueda de prensa el diputado de Vox, Ignacio Gil Lázaro, miembro de la Mesa y primero que ha comparecido, Batet ha decidido dirigirse al Supremo después de haber sido advertida de que la responsabilidad sobre la decisión recaía en ella de forma exclusiva, no sobre la Mesa del Congreso que carece de competencias para ejecutar la pena y responder al requerimiento de Marchena.
La duda de Batet
No se ha producido una votación formal de los miembros del órgano de gobierno de la Cámara, pero sí han manifestado su opinión al respecto, estando de acuerdo los del PSOE y Unidas Podemos en reclamar una aclaración al Supremo frente a los de PP y Vox que exigían retirarle el escaño, por cinco a tres. La presidenta no se ha pronunciado hasta el final y, según ha dado a conocer Lázaro, se decantaba por retirar el escaño al diputado.
Concluida la reunión, Batet ha pedido media hora para reflexionar sobre lo debatido y consultar con los letrados. Después ha comunicado que iba a actuar según la opinión de la mayoría de la Mesa, es decir, solicitar una aclaración al Tribunal Supremo, lo que Vox interpreta como un cambio de postura que se ha acordado "en los despachos" fruto de "presiones". "El partido se ha jugado sobre el terreno de juego, lo que se haya decidido después en los despachos es otra cosa", ha dicho el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros.
La diputada del PP, Ana Pastor, calificaba como "maniobra de dilación" la petición de aclaración al TS por parte de Batet al entender que la sentencia y el oficio posterior enviado por el juez Marchena son "clarísimos". "Son excusas, excusas y excusas", insistía Pastor en su comparecencia, que dejaba entrever lo que puede implicar desobedecer la orden del Supremo.
En su comparecencia ante los medios, el diputado de Podemos, Gerardo Pisarello, mantenía que la sentencia no implica la pérdida del escaño, sólo la "suspensión de sufragio pasivo", es decir, la imposibilidad de volver a ser elegido a futuro, pero no la retirada del acta de diputado en la actualidad.
