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Felipe González agua la fiesta de Sánchez con varios reproches: "Digo lo que pienso"

González reivindica su independencia y pide a Sánchez que estimule la "libertad de decir lo que se piensa".

González reivindica su independencia y pide a Sánchez que estimule la "libertad de decir lo que se piensa".
González, Sánchez, Zapatero y Almunia. | EFE

"Voy a bajar los decibelios, si me lo permite José Luis Rodríguez Zapatero". Felipe González quiso marcar distancias, desde el principio, con el tono mitinero y entusiasta de su telonero. Era el plato estrella del menú del Congreso del PSOE: la unión de los últimos secretarios generales del PSOE: González, Almunia, Zapatero y Sánchez sobre un mismo escenario.

En el caso del primer presidente del Gobierno socialista y el actual secretario general del PSOE, ambos llevaban 7 años sin coincidir. El objetivo de Ferraz se consiguió ,en parte, con un abrazo de los cuatro que, parecía, mostrar un mensaje de unidad y de cierre de filas pero el discurso de González volvió a marcar algunas diferencias.

Críticas veladas al feminismo y a la polémica exterior

"Digo lo que pienso pero no todo lo que pienso", advertía el expresidente del Gobierno. "Cuando no me callo digo lo que pienso y me siento responsable porque digo lo que pienso", volvía a decir mientras le pedía al secretario general que "estimule la libertad de decir lo que piensa".

El primero de los dardos fue contra las políticas identitarias. "Ese feminismo es el que el que de verdad ha hecho avanzar", ha dicho González en referencia a Carmen Alborch, su ministra de Cultura entre 1993 y 1996. La imagen de unidad, que el PSOE quería dar, empezaba a resquebrajarse. González quiere ser seguir siendo independiente.

A los pocos minutos, el expresidente, que nunca ha ocultado su críticas a la política de aproximación a regímenes como el de Venezuela, volvía a advertir: "Yo he sido siempre moderado salvo en una cosa: me repugnan los tiranos de cualquier signo". "Las tiranías independientemente de su bandera", afirmaba González ."En lo demás yo siempre he sido socialdemócrata", sentenciaba.

El expresidente también ha dejado claro que no le gusta la política de subsidios excesivos. "La respuesta al neoliberalismo yo os pido que no sea el neo-pobrismo". El expresidente del Gobierno pedía un "sistema social eficiencia que dignifique el trabajo" y mostraba sus reticencias sobre ayudas que "no reducen las brechas sino que las agrandan".

Pullas a PP y Podemos

González también reivindicó la Constitución: "Yo me siento orgulloso de ser, eso que algunos llaman, el Régimen del 78". El sevillano califica de "torpeza" al que creó el término, Pablo Iglesias Turrion, porque dice que es la verdad: "Murió un régimen y nació otro régimen político basado en pactos políticos".

En ese momento, aprovechó para criticar, sin nombrarlo al PP: "Me sorprende que, algunos que dicen defensores de la Constitución, no cumplan con ella y con los mandatos constitucionales".

Sobre los independentistas, y otros socios de Sánchez, González pedía al PSOE defender "la Constitución y el ordenamiento jurídico y si alguien quiere cambiarla que cumpla las reglas del juego para cambiarla, pero no de otra manera". Felipe González sí ha defendido, en cambio, el término de "España multinivel". "Es un término alemán, democristiano". "Todos somos responsables de todo" , explicaba "hay varias competencias que se tocan".

González se reivindica

"Imaginad que hubiese llegado la pandemia y no hubiésemos tenido un sistema de salud como el que diseñó Ernest Lluch", decía González para reivindicarse. El expresidente también reclamaba que "ahora nadie discute" los viajes del Imserso o las pensiones no contributivas.

Vuelven a unirse tras años de división

Hace solo cuatro años, los dos expresidente del Gobierno socialistas se volcaron en apoyar a Susana Díaz antes del 39º Congreso Federal del PSOE. No dudaron en posar con la entonces presidenta de la Junta Andalucía.

Ante la derrota, ambos tomaron caminos diferentes. Zapatero fue aproximándose a Sánchez. González, en cambio, se distanció. Llegó a decir que se sentía "huérfano de representación". Incluso tuvo un agria polémica con la vicesecretaria general, Adriana Lastra, que llegó a decir: "escuchamos a nuestros mayores pero ahora somos otra generación". El andaluz le espetó: "a mi nadie me manda callar".

Zapatero, en cambio, lleva años entregado a Sánchez. Durante su discurso, plagado de citas republicanas, el leonés bendijo al nuevo hombre fuerte de La Moncloa: "Super Bolaños". "Somos un partido decisivo para España y para el mundo". "Un partido socialdemócrata para un país socialdemócrata", sentenció Zapatero. "Tenemos un secretario general que solo piensa en el porvenir de España y la decencia de este país". Zapatero sí que no tiene ningún reproche.

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