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Los dirigentes del partido de Puigdemont acusan al Gobierno de filibusterismo y tratan de poner a ERC contra las cuerdas

JxCat aprovecha el arresto de su jefe para deslegitimar el diálogo entre el Gobierno y el Govern.

EFE

Cuando parecía que ERC y Junts per Catalunya (JxCat) habían pasado página de la crisis provocada por el veto a los indultados en la mesa de diálogo con Pedro Sánchez, la captura de Carles Puigdemont en Cerdeña ha reactivado la bronca interna entre los socios del Govern. Los principales dirigentes de JxCat han cargado en las últimas horas contra la mesa de diálogo y contra la actitud "contemporizadora" de ERC.

El arresto, según la dirigencia de JxCat, demuestra sus tesis, que el Gobierno sólo busca la foto y que ha logrado engañar a ERC. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha asegurado que "el Estado español habla de diálogo mientras nos embarga y nos detiene. Las hostilidades no cesan mientras que en cualquier proceso de paz (sic) hay gestos de buena voluntad".

Jordi Sànchez, secretario general del partido de Puigdemont, ha apuntado que la detención "no es forma de avanzar en el diálogo ni en lo que presidente del Gobierno ha definido como agenda del reencuentro". Además, ha calificado de "filibustero" al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Por su parte, el expresidente autonómico Quim Torra ha exigido a ERC que abandone la mesa de diálogo y ha afirmado que "estamos ante un adversario que no juega limpio y que no ha cesado en la represión y las hostilidades".

ERC, a la espera de acontecimientos

La consigna en ERC es exigir la liberación de Puigdemont, mostrar su solidaridad con el prófugo y esperar acontecimientos antes de adoptar cualquier decisión respecto a la mesa de diálogo o la negociación de los Presupuestos. El presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, se ha recluido en su despacho para abordar la crisis. Una liberación inmediata o en los próximos días de Puigdemont podría convertir la turbulenta situación actual en una tormenta en un vaso de agua, una peripecia más del prófugo que iba camino de convertirse en un elemento residual en la política catalana.

En cambio, si la situación se alarga con Puigdemont bajo arresto o en libertad condicionada en Italia a la espera de una decisión de los jueces sardos, ERC podría verse arrastrada fuera de la mesa y de la negociación de los Presupuestos, lo que implicaría graves dificultades para Pedro Sánchez.

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