El jefe del equipo jurídico que defiende a Carles Puigdemont, el abogado Gonzalo Boye, cree que la detención de su patrocinado se debe a una maniobra del Tribunal Supremo, al que acusa de haber engañado al Tribunal General de la Unión Europea (TGUE). Según Boye, dicho tribunal europeo había levantado la inmunidad de Puigdemont como eurodiputado en la confianza de que el Supremo no ordenaría ejecutar la orden de detención emitida en su día por el magistrado Pablo Llarena. De ahí, siempre según Boye, que Puigdemont haya podido moverse por Francia sin problemas.
Boye atribuye la detención de ayer a un "automatismo" fronterizo. Como la orden de detención estaría vigente, la policía italiana habría actuado en consecuencia. El letrado ha calificado la detención de "estúpida" y ha augurado que su cliente será puesto en libertad en los próximos días. Sin embargo, el tono de Boye ya no es como el de anoche, cuando se mostraba seguro de que Puigdemont pasaría inmediatamente a disposición judicial y sería liberado en cuestión de horas.
En una comparecencia en Waterloo junto a Toni Comín (otro de los golpistas fugados) ha admitido no saber cuándo será conducido Puigdemont ante el juez. Finalmente ha trascendido que pasa a disposición judicial a las 14:00 horas de hoy. Boye ha tratado de mantener el tono de confianza y ha augurado que la justicia española volverá a sufrir un revolcón en Europa.
Boye ha afirmado también que "el Gobierno no parece tener toda la información", que el Supremo habría actuado a espaldas del Ejecutivo y que "los jueces italianos no son como los españoles". En este punto, Comín se ha volcado en elogios de Italia, país del que ha dicho que es un Estado de derecho "mucho más consolidado que España".
Comín también ha anunciado la convocatoria de protestas esta tarde frente a los ayuntamientos de toda Cataluña y una manifestación para el próximo domingo en el centro de la capital catalana. El separatismo se queja de que la detención les ha pillado en pleno puente de las fiestas de la Virgen de la Merced de Barcelona, con gran parte de sus bases en las segundas residencias.