El presidente de la Generalidad exige la libertad de Puigdemont y reitera la apuesta separatista por la amnistía y la autodeterminación. Pere Aragonès ha anunciado que viajará esta tarde junto al vicepresidente Jordi Puigneró a Cerdeña para dar su apoyo al detenido. El dirigente republicano ha asegurado que "la represión del Estado español y la detención de Puigdemont en Alguer es la última demostración".
También ha acusado al "Estado" de haber "engañado" a la justicia europea. A su juicio, las órdenes de detención contra los fugados Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, demuestran que "el Estado busca venganza y es un un sistema anacrónico".
Además y en relación al proceso de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez, ha apuntado que la detención "no contribuye a generar confianza entre las partes. El primer paso es que acabe la represión, por lo que exigimos la retirada de las órdenes de detención contra Puigdemont y el resto de exiliados (sic)".
La mesa de diálogo peligra. El dirigente separatista ha insistido en que sólo con la amnistía y la autodeterminación se resolverá el contencioso y ha dicho que su gabinete está en contacto con el de Pedro Sánchez, pero se ha negado a entrar en detalles sobre el carácter y el contenido de ese "contacto permanente". No obstante, ha dejado entrever que la detención afecta a la confianza entre los interlocutores y que se podría recuperar dicha confianza y el clima de entendimiento si decayesen las órdenes de detención del Tribunal Supremo.