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Voces contra el Terrorismo y Vox recuerdan a las víctimas de Parot en Mondragón

La concentración de Voces contra el Terrorismo y Vox ha llevado las voces de las víctimas al centro mismo de Mondragón.

A la entrada de Mondragón hay una serie de edificios altos de viviendas modestas pero que se ven perfectamente cuidadas. Las ventanas están cerradas y hay casi tantos carteles de "se vende" o "se alquila" como de "presoak etxera", lo que tiene cierta lógica porque casi todos los presoak están ya en el País Vasco. A sus pies, en un pequeño jardín también muy arreglado dos ratas corretean alegremente hasta esconderse detrás de una planta y no me dan tiempo a fotografiarlas.

En el interior de la localidad se respira bastante tranquilidad, no parece que vaya a ocurrir nada extraordinario hasta que llego a las inmediaciones de una plaza peatonal junto al río Deva en la que Voces contra el terrorismo y Vox han convocado su acto de desagravio a las víctimas del sanguinario asesino Parot. Allí se amontonan las furgonetas de la Ertzaintza y unos agentes antidisturbios han preparado ya un cordón que sólo puedo atravesar gracias a mi carnet de periodista.

En la plaza un par de centenares de manifestantes esperan la llegada de la comitiva oficial de Vox, portan banderas de España y carteles con nombres de víctimas del terrorista Parot. Unos cien metros más allá, al otro lado del cordón policial, un grupo no muy numeroso de proetarras grita: "¡Fascistas kampora!" y algunos insultos a los agentes de la Ertzaintza.

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Algunos insultan y hacen ruido desde el otro lado del río, pero el más molesto es un vecino de la misma plaza que golpea insistentemente la parte metálica de su propio balcón para producir un sonido machacón, agudo y repetitivo, como de campana rota. Incansable, el proetarra ha seguido golpeando y golpeando hasta el final del acto, pero siempre desde una posición en la que no se le podía ver desde la plaza: no ha dado la cara ni un segundo.

La plana mayor de Vox

Algo después de pasadas las 12, hora fijada para el inicio del acto, un pequeño grupo de manifestantes con un megáfono ha salido del parking al ritmo del 'Y viva España' de Manolo Escobar, lo que ha hecho a los demás prorrumpir en aplausos y más gritos de "¡Viva España!" y "¡ETA asesina!". Por momentos, los enfrentamientos a un lado y otro del río han subido de intensidad, pero se han limitado a gritos y gestos.

Finalmente, han llegado Santiago Abascal, Macarena Olona, Javier Ortega Smith y Victor Manuel Sánchez del Real, entre otros representantes de Vox que participaban en el acto y que, eso sí, iban acompañados por su compañero en el Congreso, Francisco José Alcaraz y otro símbolo del partido y de la lucha contra el terrorismo: José Antonio Ortega Lara.

Silencio por las víctimas

El acto ha empezado con dos minutos de silencio, "por todas las víctimas del terrorismo" y en especial las de Henri Parot, sólo roto por los insistentes y metálicos golpes del vecino proetarra y, mucho menos sonoros, por los insultos lejanos de los jóvenes más allá del cordón policial. El

Después ha tomado la palabra María Jesús González, la madre de Irene Villa, que ha recordado los nombres de las once personas que fueron asesinadas en el cuartel de Guardia Civil de Zaragoza:

"José Pino Arriero, sargento de la Guardia Civil, Mari Carmen Fernández Muñoz esposa del anterior, Silvia Pino Fernández, de siete años e hija de los anteriores; José Ballarín Gavá, cabo de la Guardia Civil; Silvia Ballarín Gay, de 6 años e hija del anterior; Emilio Capilla Tocado, guardia civil; María Dolores Franco Muñoz, esposa del anterior; Rocío Capilla Franco, de 12 años e hija de los dos anteriores; Miriam Barrera Alcaraz, de 3 años; Esther Barrera Alcaraz, hermana gemela de la anterior; y Ángel Alcaraz Martos, de 17 años".

"Una obligación moral"

Tampoco con la terrible lista han cesado los gritos, los silbidos y los golpes metálicos, como no lo han hecho durante la breve pero contundente intervención de Francisco José Alcaráz, que ha admitido que su presencia en Mondragón buscaba "provocar": "Es verdad, queremos provocar que se remuevan las conciencias de tantos españoles que han sido adoctrinados", ha dicho, señalando "a la clase política y a los medios de la izquierda" que "quieren que renunciemos a la memoria, a la dignidad y a la justicia".

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En palabras para Libertad Digital, Francisco José Alcaraz ha dicho que era "una obligación moral estar aquí hoy" y ha presumido de haber logrado que "los terroristas camuflen su acto de homenaje al asesino y de humillación a las víctimas" y ha dicho que "la sociedad civil tiene el poder y la obligación moral de contrarrestar actos como estos para que la historia de ETA no la escriban los terroristas".

Tras la intervención de Alcaraz, que ha sido coreadas por los presentes con grandes aplausos, el acto se ha cerrado con el himno nacional, como lo hace todos los de Vox, y con más gritos de "¡viva España!". Curiosamente, durante el himno ha sido el único momento en el que el ruido ambiente se ha calmado durante unos instantes.

Finalmente, Santiago Abascal se ha dirigido a los muchos periodistas presentes y ha dicho que se le ponga el nombre que se le ponga "lo que está ocurriendo de manera sistemática" en el País Vasco "es un acto permanente de exaltación del terrorismo, de reivindicación de la banda terrorista ETA". Algo que según ha denunciado, ocurre "con la permisividad de las instituciones y especialmente con la complicidad del presidente del Gobierno".

Incidentes con la Ertzaintza

Al término del acto se han producido algunos momentos de tensión entre los convocados por Voces contra el terrorismo y Vox y los proetarras en las cercanías, aunque la mayoría de ellos se ha marchado al acto convocado en sustitución de la marcha por Parot.

Los proetarras se han acercado a la zona en la que estaban los autobuses de los manifestantes y, separados por unos pocos metros, los insultos y las imprecaciones han subido de tono y, finalmente, los agentes de la Ertzaintza han disuelto a los más cercanos.

Curiosamente ha bastado con que los policías diesen unos pasos hacia adelante para que los manifestantes anti Vox corriesen como las ratas del principio del artículo, ni se ha disparado una bala de goma ni se ha propinado un porrazo.

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La tensión con la policía se ha mantenido un rato, pero manteniendo una prudente distancia con los antidisturbios. Han volado algunos conos e incluso unas pocas piedras de un lado al otro del Deva, pero todo parecía cuidadosamente medido para no provocar una reacción y una carga real. Una hombre mayor ha resultado herido, aparentemente en la confusión de las carreras.

Un acto descafeinado

Mientras todo esto ocurría los proetarras celebraban un acto bastante descafeinado en el centro de Mondragón al que sólo han acudido unas decenas de personas, probablemente porque el resto de los proetarras de la ciudad estaban entretenidos tratando de boicotear el de Vox.

Lo que prometía ser una gran fiesta de glorificación del mayor asesino de la historia de ETA ha acabado convirtiéndose en un mero intento de boicotear a Vox y unas carreras de adolescentes ante los policías. De defender a Parot, Mondragón ha acabado por escuchar los nombres de sus víctimas.

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