El Gobierno pondrá en marcha "medidas e instrumentos" para frenar el incremento de los delitos de odio hacia las personas LGTBI. Así sale al paso tras comprobarse que la denuncia que presentó el pasado domingo un joven en Malasaña (Madrid) por una agresión homófoba es falsa. Los hechos —según reconoció después el propio denunciante— fueron consentidos. Formaron parte de un juego sexual que intentó ocultar a su pareja, explicó a la policía. Pero, lejos de dar un paso atrás, Pedro Sánchez y sus socios siguen insistiendo en su preocupación por el aumento de agresiones homófobas. Por tanto, mantienen la comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio, convocada este viernes y presidida por el Jefe el Ejecutivo, a pesar de que la agresión que la impulsó nunca existió.
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, continúa en su posición de no asumir responsabilidades y -por supuesto- no dimitir. Tras la metedura de pata, asegura que "la única responsabilidad que asumo es la de seguir trabajando" y culpa a la Policía de su error. Niega que conociera el cambio de declaración del joven mientras vendía la historia como una agresión homófoba en los medios, como ha publicado Ok Diario. Asegura que los agentes no le trasladaron ninguna sospecha sobre las incoherencias del denunciante.
Indignación en el CNP
Las declaraciones de Marlaska han indignado al Cuerpo Nacional de Policía. Sindicatos policiales acusan a Marlaska de "parapetarse" tras ellos para no asumir su responsabilidad. "Una vez más nos ha utilizado para tapar su error", ha aseverado —en declaraciones a Libertad Digital— Pablo Pérez, portavoz nacional de JUPOL.
Según explica Pérez, lo cometió "por no tener la cautela y precaución necesarias". "Le ha pasado por utilizarlo mediática y políticamente. Se ha tirado a la piscina y no había agua", lamenta. En su opinión, "tenía que haber esperado a que nuestro compañeros hicieran su trabajo y no haber montado este circo". Y, añade, "no es la primera vez".
El portavoz del sindicato explica que se sienten "abandonados" por su máximo representante, que "en lugar de dar la cara por nosotros, nos ha echado tierra encima".
Llueve sobre mojado
La tensión dentro del Cuerpo ha aumentado con este caso. Llueve sobre mojado. Recuerdan casos como el de Diego Pérez de los Cobos. El guardia civil al que Marlaska cesó de forma fulminante, el 25 de mayo de 2020, por negarse a facilitarle el contenido del informe judicial sobre la causa del 8-M que estaba abierta en un juzgado de la capital. Provocó la dimisión del Director Adjunto Operativo (DAO), Laurentino Ceña, y la salida del número tres de la institución, el teniente general Fernando Santafé.
Marlaska tiene muchos frentes abiertos. De hecho, policías, guardias civiles y funcionarios de prisiones se sienten abandonados por el ministro y han convocado movilizaciones para este mes de septiembre. Denuncian falta de respaldo por parte del responsable de Interior. También le reclamarán que se ponga manos a la obra con una de sus promesas incumplidas: la equiparación de sueldos.
Rendirá cuentas en el Congreso
Por su parte, el Partido Popular registró este jueves por la tarde una batería de preguntas parlamentarias en el Congreso de los Diputados para esclarecer todo lo que ha rodeado la denuncia falsa de agresión homófoba y —en particular— la responsabilidad de Marlaska.
Entre otras cosas, pide los correos electrónicos entre el ministro del Interior y la Policía Nacional desde el momento de la denuncia, el domingo 5 de septiembre, y la confesión del joven en la que reconoce que los actos fueron consentidos, el miércoles día 8.
Matiza las acusaciones a Vox
En lo único que Marlaska parece dar un pequeño paso atrás es en las acusaciones a Vox. Ahora dice "digo" donde dijo "Diego". La izquierda utilizó la denuncia políticamente, a pesar de las dudas que existían desde el primer momento. Nadie había visto ni oído nada, por lo que la Policía sabía que algo no encajaba desde el principio. Sin embargo, con la ayuda de algunos medios de comunicación, se usó (la usó) como arma arrojadiza contra el partido de Santi Abascal.
El ministro del Interior acusó a la formación de generar el caldo de cultivo que provocaba las agresiones homófobas. La diputada de Vox Macarena Olona anunciaba este jueves en Es la Mañana de esRadio que pedirían la reprobación y cese del ministro. A él, le resbala. Aunque sí ha matizado sus declaraciones: "Yo no he señalado a ningún partido, yo he señalado determinadas declaraciones políticas".