La nueva estrella mediática de la izquierda, el exvicepresidente Pablo Iglesias, publica este fin de semana su primera columna en el medio de ultraizquierda Ctxt, en la que reflexiona, por decirlo de alguna manera, sobre las consecuencias que podría tener la llegada al poder de una gobierno de coalición de PP y Vox.
Lo más polémico, sin embargo, no es tanto el texto como la imagen elegida para ilustrarlo: una pistola Luger —que la mayor parte de la gente asocia con el nazismo porque era usada por los oficiales del ejército de Hitler— en la que se han grabado los logos de PP y Vox. Además, en el costado del arma también se puede leer la palabra PPRENSA y el número 78.
Toda una muestra de la forma en la que la izquierda en general, y el que fuera líder de Podemos en particular, plantea el debate político demonizando al adversario e incitando a la violencia, pues se presenta a ambos partidos como directamente nazis y contra eso cualquier violencia es legitima.
Los miedos y las trolas de Iglesias
En cuanto al texto, Iglesias se muestra preocupado por la posibilidad de que PP y Vox obtengan más de 175 diputados en unas elecciones y, por lo tanto, formen un gobierno en el que no duda que estarían los de Santiago Abascal. Para él se corren varios riesgos serios como que se ilegalicen partidos, pues dice que "la ilegalización de partidos ya es conocida en nuestro Estado" aunque olvida mencionar que los únicos partidos que se han ilegalizado en España han sido los que formaban parte de la banda terrorista ETA.
También señala que en los últimos años se "normalizó la presencia de presos políticos que no habían cometido, ni de lejos, ningún acto violento" en referencia a los golpistas catalanes y, de nuevo, no menciona que esos políticos presos habían cometido graves delitos y habían sido condenados por un tribunal en un proceso con todas las garantías.
Iglesias admite además que "lo que se juega ahora en España es quién dirigirá la reforma del Estado" y, llamativamente, adopta un tono muy derrotista. "Creo que la izquierda debe asumir que el terreno de la cultura y la ideología es tan decisivo como el institucional y el de la movilización social", asegura, para rápidamente adoptar de nuevo el papel de víctima que tanto gusta a la izquierda radical: "Para comprobar lo bien que la derecha ha entendido esto basta encender la televisión o leer los editoriales de la mayor parte de periódicos editados en Madrid", dice como si la derecha dominase unos medios y que, sobre todo las televisiones, fueran un terreno abonado para ella.
Finalmente, Iglesias respira por la herida de su humillante derrota en las elecciones madrileñas: "La lección de mayo en Madrid, con la victoria del PP más ultra jamás visto, debe poner en alerta a todos los demócratas y a toda la izquierda por su capacidad de irradiación", asegura, para concluir que "lo que llevamos perdiendo tantos años en Madrid no son solo elecciones, sino una batalla cultural e ideológica".
Isa Serra expectante con el debut de Iglesias
La coportavoz de Podemos, Isabel Serra, asegura que es "algo bueno para este país" que el exlíder de la formación morada pueda seguir diciendo "verdades" desde el "periodismo crítico", al igual que ya hizo, dice, en su anterior etapa en el Gobierno.
"Creo que Iglesias diciendo verdades es algo bueno para este país, las diga desde el Gobierno —en el pasado— y desde el periodismo crítico. Por tanto, creo que va a ser muy bueno contar con su presencia pública y, desde luego, estamos expectantes", dice la portavoz morada.
Añade en una entrevista en Europa Press que, una vez que Iglesias abandonó la política, se entiende "perfectamente que puede estar en los medios de comunicación y desde la universidad, aportando sus ideas y beneficiando al conjunto de quienes creen que se puede avanzar hacia un país más democrático y mejor".