El presidente de la Generalidad catalana, Pere Aragonès, ha asegurado este lunes que confía en que Cataluña sea independiente para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, proyecto en teoría conjunto con el Gobierno de Aragón. Aragonès, que ha sido entrevistado en TV3 con ocasión del comienzo del curso político y los primeros cien días de su gobierno, cree que para el 2030 ya se habrá celebrado en Cataluña un referéndum de autodeterminación pactado con el Gobierno y que ganará el independentismo.
Aragonès ha querido aclarar que la independencia no es un objetivo "sine die" y que el hecho de que el proyecto de ampliación del Aeropuerto de El Prat termine en 2030 o que los Juegos de Invierno en los Pirineos se celebren en ese año no afectará al calendario para la independencia. "¿O alguien piensa que si tenemos la posibilidad de conseguir la independencia renunciaremos porque tenemos que celebrar unos Juegos?".
En cuanto a la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern que se debe reunir pasado el 11 de septiembre, festividad regional de Cataluña, Aragonès ha manifestado que no concibe una reunión sin la presencia del presidente Pedro Sánchez. También ha aprovechado para reiterar una amenaza. "O se pacta un referéndum o volverá a haber momentos de tensión e inestabilidad". Además ha advertido de que en el acuerdo de investidura de Sánchez al que el PSOE llegó con ERC el partido socialista se comprometió a resolver el contencioso. "Si no se cumple, todo saltará por los aires", ha asegurado el segundo de Oriol Junqueras.
Trapero y el ocio nocturno
En el plano de la política regional, Aragonès ha descartado la remoción del jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, tras la polémica de su viaje a Madrid sin conocimiento del consejero de Interior, Joan Ignasi Elena (exsocialista ahora en la cuota de ERC). Según Aragonès, no hay ningún movimiento para cambiar a Trapero porque "tiene la confianza plena del Govern".
En cuanto a la pandemia, ha descartado la reapertura del ocio nocturno a pesar de las quejas de las patronales y los trabajadores y del efecto de la celebración de botellones masivos y descontrolados. Aragonès responsabiliza de dichos botellones al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que no autorizó la prolongación del toque de queda tras la reducción de la incidencia del coronavirus.