Pere Aragonès, el segundo de Oriol Junqueras en ERC y presidente de la Generalidad, no ha asistido finalmente a la Conferencia de Presidentes Autonómicos en Salamanca a pesar de los ruegos y presiones de Moncloa. Y en vez de defender ante sus homólogos los intereses de los ciudadanos de Cataluña en materias tan sensibles como la financiación autonómica o el reparto de los fondos europeos, ha optado por viajar a Ginebra para visitar a la secretaria general de su partido, Marta Rovira, que huyó de la justicia para evitar posibles acciones penales por su participación en el golpe de Estado.
Aragonès, que se jacta cada dos por tres de ser el presidente de todos los catalanes, no ha tenido inconveniente en dejar su silla vacía en la Conferencia de Presidentes Autonómicos para marcharse a Ginebra y participar en un encuentro con Rovira de orden estrictamente partidista. Además, el dirigente republicano que destacó que la reunión de dirigentes autonómicos no servía más que para la foto no ha tenido inconveniente alguno en que ERC difundiera a través de Twitter las imágenes de su "protocolario" encuentro con la fugada.
El orden del día entre Aragonès y Rovira era ninguno. El presidente de la Generalidad ha cambiado su agenda oficial por la agenda del partido, que en el mensaje emitido a las redes sociales ha destacado el "reencuentro" entre ambos dirigentes y que "la amnistía y la autodeterminación son el camino para hacer posible el retorno de las personas exiliadas" (sic). Se ignora si el viaje a Suiza lo ha pagado la Generalidad o el partido.