El Gobierno empieza a ver elecciones en Cataluña. Un escenario que descartaban hasta los más reconocidos "convencidos" del Ejecutivo, que esperaban un acuerdo de último minuto entre ERC y Junts. Pero, a dos semanas de que expire el plazo de dos meses para formar gobierno antes de convocar elecciones, los miembros del Gobierno asumen el "clima preelectoral" que "hasta ayer habría dicho que no se iba a producir", y empiezan a hacer números.
El análisis que hacen las fuentes gubernamentales consultadas no es negativo para el PSC. Cree el Gobierno que la repetición de elecciones desmovilizaría y penalizaría al electorado independentista por no haber conseguido llegar a un acuerdo, en beneficio del PSC. "El PSC subirá en votos. Nosotros subimos", dicen con contundencia.
Ni siquiera contemplan la posibilidad de un ‘efecto arrastre’ del 4-M tras la debacle socialista porque "Cataluña y Madrid son dos realidades diferentes", como bien demuestra "que nosotros ganamos las elecciones aunque nadie lo recuerde". Aunque la victoria de Salvador Illa fue por apenas 40.000 votos respecto a sus resultados de 2017, el Gobierno no contempla ninguna posibilidad de erosión en las proyecciones de voto del socialismo catalán.
Sánchez pide "un gobierno de izquierdas"
La única posibilidad de evitar la repetición electoral sería un acuerdo in extremis en el independentismo o entre ERC y el PSC. Una idea que ha abonado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control del Congreso, que abogó por que "llegados a este punto, a lo mejor en Cataluña se podría pensar... se podría pensar... en un gobierno de izquierdas liderado por quien ganó, que es el PSC". Aunque lo hizo tras deslizar que "no se si estamos ya en precampaña electoral en Cataluña".
Una reflexión que hizo Sánchez a la pregunta del portavoz republicano, Gabriel Rufián, quien se despojó de las críticas a ERC, del "independentismo catalán de derechas", a quien "nos llaman filosocialistas por querer dialogar con ustedes". "Nosotros no queremos dialogar y hacer política con ustedes porque somos lo contrario que ustedes. Nosotros no creemos en ustedes, Yo no creo en ustedes. Yo no creo en su voluntad creo en su necesidad". Y advirtió: "En Madrid ganó la izquierda a su izquierda. Y espero que tome nota, tanto usted como sus rapsodas de Moncloa. Lo que no haga ahora no lo va a hacer con un gobierno de PP y de Vox, pregúntele a Zapatero".
Moncloa: "si nos lo piden, habrá que considerarlo"
La mano tendida del presidente no es casual. Algunos miembros del Gobierno estarían dispuestos a abrir un espacio de interlocución con ERC en Cataluña para evitar elecciones, no para un tripartito liderado por Salvador Illa sino para una abstención del PSC a ERC, en caso de que Junts no votara en contra de una investidura de Pere Aragonés.
El problema, explican, es que "ERC no quiere. Ni lo quiere ni lo pide" y si lo hiciera "habría que considerarlo" aunque "no sería gratis". Una opción que, en estos momentos, está muy alejada del escenario más probable porque "ERC quiere elecciones".