Siete días ha tardado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en valorar el resultado electoral del 4-M en la Comunidad de Madrid. Tras un clamoroso silencio, en los que el presidente rechazó incluso comparecer en rueda de prensa en la cumbre informal de la UE en Oporto, la Secretaría de Estado de Comunicación del Gobierno ha improvisado esta tarde una comparecencia desde Atenas en la que Sánchez asumió el varapalo sin paliativos recibido en las urnas en Madrid.
"Los resultados en la Comunidad de Madrid son los que son, son rotundamente malos. Felicito a la señora Ayuso y al PP". Pero, añadió, "la campaña electoral se ha dado en unas circunstancias especialmente malas para el PSOE" y "quiero anunciarles que en Madrid la izquierda volverá con más esperanza y con más fuerza", señaló tras manifestar su apoyo a los dimitidos en el seno del PSOE-M. "Toda mi solidaridad y reconocimiento a José Manuel Franco y a nuestro candidato, Ángel Gabilondo".
Preguntado por si hubo penalización del Gobierno por su gestión en la pandemia, Sánchez dejó claro que "vamos a ver, todas las elecciones tienen sus consecuencias pero también es cierto que están íntimamente ligadas a un territorio y un momento determinado", como lo estuvieron las catalanas, recordó el presidente. Si bien "éstas elecciones del 4 de mayo también representan una gran oportunidad para aprender. En estas elecciones tan adversas como las que hemos vivido en este 4 de mayo, el PSOE tiene la oportunidad de aprender de los errores y trabajar duro para volver a recuperar la confianza de los madrileños y madrileñas".
Una declaración en la que ha querido dejar claro cuál será la repercusión nacional de estas elecciones autonómicas al mantener su horizonte de la legislatura en noviembre de 2023. Con la excusa de la valoración del 4-M, Sánchez se mostró convencido de que la izquierda volverá a gobernar en Madrid en dos años y dejó caer: "No olvidemos una cosa: se va votar antes en la Comunidad de Madrid que en las generales. En mayo de 2023 la izquierda va a volver de la mano del PSOE".
Al hilo de esta reflexión, el presidente del Gobierno aseguró que "quedan 32 meses para las elecciones generales y lo que queremos es que la gente vuelva a recuperar su vida y gestionemos con eficacia" con una "hoja de ruta para los próximos 32 meses" que pase por "centrarnos en lo importante: tener la pandemia superada y la recuperación económica consolidada".
Los 100 días de Sánchez
Sobre el levantamiento del estado de alarma y las imágenes de fiestas callejeras durante el pasado fin de semana, Sánchez ha negado la voluntad de su Ejecutivo de acometer reformas legales, como deslizó el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, en el diario El País, y se ciñó a que "el Gobierno de España tiene los instrumentos suficientes para hacer frente a la pandemia".
Insistió en la capacidad de cogobernanza del Consejo de Política Interterritorial, "con todo el acervo que hemos acumulado", y habló de "un momento muy esperanzador de lograr inmunidad de grupo en los próximos 100 días". Pese a todo, abogó por que "no podemos bajar la guardia", aunque "la vacunación está yendo muy bien, el virus está circulando y debemos preservar toda la seguridad".