Según adelanta este viernes ABC Pablo Iglesias lleva ya un tiempo negociando un contrato con el empresario de medios de comunicación Jaume Roures, conocido por su afinidad a Podemos y que ha apoyado a los podemitas desde antes del nacimiento del partido.
La información de ABC cita a "fuentes conocedoras de las conversaciones" y señala que Iglesias está ya desde hace semanas manteniendo "conversaciones concretas" con el multimillonario editor y propietario de Mediapro. El de Podemos habría comentado ya esta posibilidad con varias personas de su confianza.
Además, siempre según ABC, el propio Iglesias ya habría contactado con profesionales del sector afines para pedir consejo e ir recabando opiniones sobre la posible estructura de un proyecto audiovisual. Al parecer, la falta de discreción de alguno de estos confidentes podría estar en el origen de la noticia.
Iglesias no quiere estar en Madrid
El sorprendente salto de Iglesias a la política regional madrileña se explicaría completamente con esta noticia: como muchos pensaron cuando anunció su candidatura el de Unidas Podemos no estará como uno más en un grupo de oposición en un parlamento regional, una posición que parecía muy poca cosa para sus aspiraciones siempre a lo grande: la Asamblea de Madrid no parece el sitio más propicio para asaltar los cielos.
De hecho, él mismo tiene asumido que carrera política habría llegado a su fin, a tenor de las declaraciones que publica este viernes el suplemento del Corriere della Sera. "La política corre rápido y mi figura está gastada. Tienes que saber cuándo dar un paso adelante para conducir y cuándo dar un paso atrás para mantenerte en una posición más modesta", ha asegurado.
Iglesias tiene "claro" que la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien le ha reemplazado en la vicepresidencia del Gobierno, "aporta más votos" que él a su formación, ha afirmado al periódico italiano.
Por otro lado, la relación y la fascinación del todavía candidato de Unidas Podemos con los medios es de sobra conocida: no sólo inició su carrera como tertuliano en muchas televisiones, sino que tuvo sus propios programas en varias televisiones, en algunas ocasiones financiado por regímenes totalitarios como Irán en Hispan TV.
Mediapro: una empresa hiperendeudada
La situación de la productora de Roures es límite. Mantiene una deuda de 713 millones de euros lo que la ha hecho merecedora de estar calificada como una compañía de "baja solvencia". Tanto es así que Roures está estudiando acudir al mecanismo puesto en marcha por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para apoyar a las empresas afectadas por la pandemia. Una solicitud cuya aprobación dependería de la consideración de Mediapro como una empresa estratégica. No en vano, si tenemos en cuenta que ese mismo mecanismo consideró estratégica una aerolínea con un sólo avión que volaba a Caracas y que fue impulsada con dinero venezolano de amigos del chavismo como Plus Ultra, parece que Roures no lo tendría todo perdido.
Ya el pasado mes de marzo fuentes financieras y medios especializados como Cinco Días señalaban que Mediapro habría comenzado a trabajar con sus bancos y acreedores para tratar de reorganizar su mala situación financiera. ¿Será este proyecto con Iglesias el as bajo la manga para enderezar su situación? Parece que, al menos en Madrid, los índices de audiencia no acompañarían.
Los derechos de la liga francesa
Y es que la situación de Mediapro empezó a torcerse con los derechos de la liga francesa. Roures adquirió los derechos entre los años 2020 a 2024 por 780 millones de euros, aunque no ha sido capaz de abonar ni los 172 millones que tenía comprometidos para el primer plazo ni los 150 siguientes.
El proyecto de Roures hubiera sido rentable a partir de los tres millones de abonados para el canal galo de pago de la compañía, Téléfoot. Sin embargo, no pasó de 600.000, entre otras cosas, según explicaba Pablo Planas en Libertad Digital, porque se consideraba muy caro el abono, 26 euros mensuales.
Mediapro tiene como principal accionista al fondo chino Orient Hontai, con un 53%. La empresa británica de servicios de marketing y comunicaciones WPP es el segundo accionista con el 22,5% y Jaume Roures y Tatxo Benet disponen de un 12% cada uno. La situación financiera no es precisamente boyante. La agencia de calificación de riesgos Moddy's ha rebajado de B1 a Caa1 (tres escalones) la nota de Joye Media, matriz del grupo. Esta nueva calificación es el equivalente a "baja solvencia". La compañía adeuda 713 millones y el pasado verano recibió un crédito del ICO con aval de Estado por valor de 55 millones y condicionado a que cada uno de los socios pusiera la misma cantidad.