Las negociaciones para formar el nuevo gobierno de la Generalidad no son precisamente una sutil partida de ajedrez. Junts per Catalunya (JxCat) explota la debilidad de ERC sin miramientos mientras que los republicanos lanzan amenazas de las que se arrepienten antes de acabar la frase. El aspirante de ERC a presidir la Generalidad, Pere Aragonès, declaraba este domingo que debe haber un acuerdo antes de que concluya esta semana y que en caso contrario se explorarán "otras vías". Idéntico mensaje al transmitido hoy tras la ejecutiva del partido por el portavoz Sergi Sabrià. Pero tanto uno como otro matizaban que las "otras vías" también pasan por Junts. Es decir, que se plantean gobernar en solitario, según dicen, pero saben que tal cosa es imposible sin el beneplácito de Junts.
La vía de un pacto con los comunes apoyado desde fuera por el PSC está descartada. Oriol Junqueras odia a los socialistas con todas sus fuerzas y lo ha demostrado por activa y por pasiva con duros ataques a Miquel Iceta en particular y a los dirigentes del PSC y el PSOE en general. ERC no contempla más opción que un acuerdo con JxCat y en el partido de Puigdemont han elevado de precio. Además de un papel relevante para el prófugo y su Consell per la República quieren cambiar el reparto de las consejerías. Pretenden quedarse con Economía, Salud, Justicia, Enseñanza, Trabajo y Asuntos Sociales y Acción Exterior y que ERC asuma las suyas, Interior, Presidencia, Territorio y Sostenibilidad, Cultura y Empresa y Conocimiento.
En JxCat han concluido que en 2018 llegaron a un muy mal acuerdo de gobierno con ERC, que se quedó con las consejerías con más presupuesto y más dimensión política mientras que ellos asumían carteras de escaso volumen y poca visibilidad. Y ahora quieren Economía para manejar los fondos europeos, Acción Exterior para favorecer a Puigdemont, Justicia para controlar las prisiones y desprenderse de Interior para evitar más polémicas con el independentismo por las actuaciones de los Mossos ante la violencia separatista.
"Cumbre" en la cárcel
Falta un mes para que acabe el plazo para evitar la repetición de las elecciones y en ERC plantean como crucial la "cumbre" que se llevará a cabo este martes en la prisión de Lledoners. Los republicanos quieren abordar precisamente el reparto de las consejerías y todo parece indicar que están dispuestos a ceder salvo en lo concerniente al manejo de los fondos europeos, que pretenden adjudicar a un comisionado de nuevo cuño y obediencia republicana.
La portavoz de Junts, Elsa Artadi, relativiza la importancia del encuentro en la cárcel, desliza que tal y como están las cosas, se ven más fuera que dentro del Govern y rechaza la imposición de plazos por parte de ERC reiterando ad nauseam que es mejor un buen acuerdo que un acuerdo rápido.