La negociación no está muerta pero sí seriamente tocada. Tras el fracaso de la interlocución entre el secretario general de presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, la semana pasada, se han retomado la interlocución pero rebajando el perfil de los negociadores al segundo nivel: entre el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y el consejero de Justicia del PP, Enrique López, según informan fuentes gubernamentales. Fuentes populares lo niegan.
Desde la Moncloa insisten en unos nuevos contactos que encuentran un nuevo punto de partida tras los "vetos cruzados" de la semana pasada: el PSOE renuncia a la exdiputada de Podemos, Victoria Rosell, pero mantiene en su lista de "intocables" al juez de la Gürtel, José Ricardo De Prada. Un "sacrificio" de Rosell que, según Moncloa, debería bastar para que el PP "abandone los vetos y acepte el pacto".
La órbita socialista del Ejecutivo sostiene que el juez De Prada "no es un perfil partidista pese a que haya investigado los casos de corrupción del PP", como a su juicio, lo son otros perfiles que propone el PP y que consideran "son cuestionables". Pero el Gobierno presume de no aplicar vetos a la lista popular y hace otro gesto: acepta al juez que propone el PP, Alejandro Abascal, que los morados habían rechazado de forma tajante.
Ni Rosell ni De Prada
Desde el Partido Popular explicaban el pasado viernes que ni De Prada ni Rosell son aceptables para ellos. Unos nombres que reconocen "estaban en la lista" del PSOE desde el principio pero Bolaños "prometió" que no saldrían adelante.
El pasado jueves por la noche, la negociación saltaba por los aires precisamente cuando Podemos se empeña en que los dos nombres, De Prada y Rosell, tienen que estar dentro del CGPJ y así se lo trasladaron al PSOE.
Montero: "Hemos cedido"
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo se limitó a pedirle al PP que "cumpla con la Constitución y la democracia porque ninguna formación política tiene el derecho a vetar ningún órgano".
También dejó claro el mensaje principal destinado a la calle Génova: "El Gobierno ha cedido. No ha ejercido ningún tipo de veto sobre los candidatos que ha puesto encima de la mesa el PP".
Preguntada expresamente por los dos nombres en cuestión, Rosell y De Prada, Montero aseguró "sin dar nombres", que "todas las personas que el Gobierno de España ha puesto encima de la mesa cuentan con nuestro respeto". Y añadió intentando ser más explícita que "algunas de las propuestas que han sonado no se incorporaron para facilitar el pacto".