Vox ha decidido no pasar por alto el último ataque, hasta el momento, de los medios públicos de la Generalidad. La pieza de Jair Domínguez emitida el día después de las elecciones catalanas en la emisora Catalunya Ràdio ha colmado la paciencia de la dirección de Vox, que ha decidido presentar una denuncia contra el "humorista" y contra el director de la emisora, Saül Gordillo.
Domínguez aseguró que "el pueblo más poligonero del Alto Ampurdán vota a Vox. El resultado de la Cataluña poligonera es neonazi, quién se lo podía imaginar. Al fascismo se le combate en las urnas. Pues se ve que no. Las urnas dan alas al fascismo. ¿No lo sabíais? Al fascismo, a los nazis se les combate con un puñetazo en la boca. No hay medias tintas. No se negocia con el fascismo".
El departamento jurídico de Vox considera que el colaborador incurrió en un delito de odio, contemplado en el artículo 510 del Código Penal, en relación con el artículo 31 bis del Código Penal. Además, la vicesecretaria jurídica del partido, Marta Castro, considera que Domínguez "hace una identificación, absolutamente infundada, indebida e irresponsable, de Vox con el fascismo", y "refuerza esta identificación de Vox al calificarlo también de neonazi".
También entiende que no se trata de un hecho aislado y que en estas declaraciones se denota una "clara incitación a realizar actos violentos" contra Vox. Además, Domínguez "no deja lugar a dudas sobre la intencionalidad y por tanto la comisión de un delito" ya que considera "más adecuada una solución violenta para implementar su ideario", apunta el comunicado hecho público este jueves por Vox.
Los servicios jurídicos del partido denuncian también al director de la emisora, ya que las declaraciones "han sido aceptadas por la línea editorial fijada por el director del medio".
Domínguez es conocido por sus insultos contra las personas y los partidos no separatistas. Así, pidió en Twitter que echaran un cubo de basura sobre Inés Arrimadas y calificó a Carrizosa de "miserable" por hablar en español, entre otras "hazañas". La agresividad verbal del personaje contra los no nacionalistas le ha convertido en un colaborador fijo de TV3 y Catalunya Ràdio. Sus ataques, no obstante, no son hechos aislados en los medios públicos de la Generalidad.