Clamor en el PSOE contra Pablo Iglesias: "Degrada la vicepresidencia del Gobierno de España"

No ha sido un reproche ni una rectificación pero sí un mensaje velado con el que el presidente pretende calmar el enfado mayúsculo que se ha instalado en la cuota socialista del Ejecutivo tras las acusaciones de Pablo Iglesias sobre la baja calidad democrática de España apoyando las tesis de Rusia. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso este miércoles mandar un ligero toque de atención a su vicepresidente segundo después de que ayer su portavoz, María Jesús Montero, evitara criticar sus palabras:

"El socialismo es la izquierda con experiencia... pero eso no significa que no tengamos sueños, al contrario. El socialismo es la izquierda modernizadora, es la izquierda que sabe que el cielo está aquí en la tierra. Es aquí donde está el cielo. El paraíso es una escuela pública, un salario digno, unos servicios sanitarios eficientes, una mujer que puede volver segura a casa... Ése es el cielo al que nosotros aspiramos. El mensaje de tocar la tierra con los dedos que es en definitiva lo que significa la izquierda del PSOE".

Unas palabras que sólo pueden entenderse como una forma de aplacar los ánimos socialistas que se han convertido en un clamor contra un Pablo Iglesias que esta vez se ha pasado de la raya. "Son palabras mayores", explican fuentes gubernamentales a Libertad Digital, porque "denigra y menoscaba la imagen de España" en el exterior, pero también "degrada la Vicepresidencia segunda del Gobierno de España".

Las fuentes consultadas por este periódico son durísimas respecto a su compañero de gabinete a quien le acusan de ser "un Peter Pan que busca su sombra, que se hace sombra a sí mismo: el Iglesias vicepresidente hace sombra al Iglesias fundador de Podemos que ya no existe. Iglesias ya no vive en Vallecas ni puede asaltar los cielos", explican estas fuentes gubernamentales.

Voces de reproche al número tres del Ejecutivo, a quien le echan en cara su falta de institucionalidad: "No entiende la institucionalidad ni lo que significa estar en el Gobierno de España" por una tradición "muy complicada" en la izquierda utópica que "no se da cuenta el poder que tiene la institución".

Un clamor que el presidente Sánchez ha intentado aplacar desde Barcelona en un acto con mujeres en el que ha sacado pecho de sus "tres vicepresidencias socialistas" sin citar a la Vicepresidencia de Asuntos Sociales y sin citar tampoco a la ministra de Igualdad y pareja de Iglesias, Irene Montero, en la semana previa a que se apruebe en el Congreso la Ley de Igualdad de Trato que la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, impuso a Irene Montero sin consulta previa. La batalla en la coalición sube enteros y espera a que concluya la campaña electoral para que unos pongan los pies en la tierra y otros pie en pared asumiendo la petición interna socialista de que "hasta aquí hemos llegado".