Hay malestar en la órbita socialista del Gobierno ante la filtración interesada del borrador de la ley Trans que atribuyen a la cuota podemita del Gobierno, tanto el texto como la filtración. De hecho, fuentes gubernamentales socialistas son explícitas en relación a la valoración del texto publicado: "Es un borrador que ocupa posiciones de Podemos" y que el Ministerio de Igualdad de Irene Montero entregó a los colectivos del sector en un primer movimiento.
Pero la conclusión es clara: "Es un proyecto de Igualdad, no del Gobierno" que han querido filtrar desde el ministerio para que sus posiciones se abran paso antes de que se inicie el debate en el seno del Ejecutivo. Según estas fuentes, "hay una parte muy importante" que afecta a los ministerios de Justicia y Sanidad que "todavía no han emitido su informe". Y ahí es cuando tendrá que "ser sometido al trabajo" conjunto de los diferentes departamentos gubernamentales.
"Estamos en el inicio del trabajo" y en este punto "estamos alejados", informan sin poner paños calientes sobre las nuevas diferencias en el seno de la coalición. El PSOE saca pecho en este punto de la experiencia de gestión frente a Podemos y pone el acento en la necesidad de hacer una ley con "calidad normativa que resista el filtro del Tribual Constitucional" y que aporte seguridad jurídica.
Los socialistas presumen del trabajo previo de los gobiernos del PSOE en favor de los derechos del colectivo LGTBI: "El PSOE lleva 42 años interpretando bien la Constitución" y quiere hacer valer sus galones porque se trata de una cuestión espinosa, una ley que "concatena muchas situaciones diferentes y hay que mirarlo bien" para evitar dar pasos en falso que puedan ser enmendados a posteriori por los tribunales.