En un gesto de gran simbolismo, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quiso comenzar el Comité Federal del PSOE de este sábado en Barcelona hablando de los "exiliados catalanes que huyeron del fascismo" porque "defendían la Ley y temían por su vida". Unas palabras que acompañó de la reflexión sobre el ejemplo de "tantas mujeres y hombres que lo dieron todo por la libertad" y cuyo "sacrificio en el exilio sustentan la base de nuestra democracia". "Tenemos una deuda con esas gentes que implica honrar su memoria y cumplir y defender el estado de Derecho y las normas democráticas, es decir la Constitución española. Parece obvio pero en estos momentos que vivimos no lo es".
Una referencia más que velada a la comparación que su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, líder de Podemos, hizo hace una semana en el programa Salvados de la Sexta, equiparando a los exiliados del franquismo con el ex presidente fugado catalán, Carles Puigdemont, huido de España para evitar responder ante la Justicia del delito de sedición por el referéndum ilegal del 1-O.
Las palabras de Pedro Sánchez rompen con el clamoroso silencio de la cuota socialista del Ejecutivo sobre esas declaraciones de Iglesias. El Gobierno no ha querido responder a las preguntas planteadas por la prensa sobre este asunto, esquivadas el pasado martes por la portavoz María Jesús Montero, pero su respuesta ha llegado en el ámbito del partido y en el contexto de la campaña electoral catalana en la que el PSC 'bebe' del electorado morado.
Una primera puya que no vino sola. El presidente Sánchez quiso por primera vez marcar el territorio en lugar de poner paños calientes. En el marco de una intensificación de las ofensiva de Podemos en el Gobierno de coalición por diferentes asuntos como las pensiones o el reparto de los fondos europeos, el también líder del PSOE sacó pecho de su formación frente a sus competidores progresistas más extremos: "Hace más de un siglo que comprendimos que la barricada no es el camino".
Sánchez utilizó la comparación velada con Podemos destacando simplemente lo que es el PSOE: "Somos la izquierda que apuesta por el reconocimiento de los otros, somos la izquierda que tiende puentes desde el Gobierno y la oposición; somos la izquierda que no se rinde cuando las cosas no son como pensábamos...".
Y, a modo de traca final, con gran pompa y media sonrisa, Sánchez presumió así: "Quizás es una visión humilde pero es un orgullo deciros desde aquí desde Barcelona, la sede del PSC, tres palabras: Somos la izquierda y todos sabemos lo que eso significa", dijo arrancando un aplauso a los seis asistentes de la sala (Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Santos Cerdán, Salvador Illa y Miquel Iceta) y los miembros natos del Comité Federal conectados de forma telemática en su primera reunión desde hace casi un año de vacío orgánico.