El vicepresidente de la Generalidad, Pere Aragonès, que ejerce como presidente en funciones y candidato de ERC en las próximas autonómicas, se niega a asitir al acto de la Pascua Militar que presidirá en Barcelona el teniente general e inspector jefe del Ejército Fernando Aznar Ladrón de Guevera.
Como es tradición, la oficina de comunicación de la Inspección General del Ejército ha cursado invitación a las autoridades catalanas al acto en la sede de la capitanía general para celebrar la Pascua Militar. Ante la invitación, Pere Aragonès ha filtrado su negativa a asistir acompañada por una carta de su gabinete en la que acusa al Ejército de "actitudes antidemocráticas" y "muestras de apoyo a planteamientos especialmente hostiles con Cataluña y con el independentismo".
El asistente de Aragonés añade que "ante esta realidad manifiesta, el Govern de Cataluña no puede asistir a una ceremonia de exaltación de un Ejército que no sólo no nos representa sino que está dispuesto a reprimir a todos aquellos que trabajamos por la república catalana siguiente los valores más básicos de la paz, la libertad y la democracia".
La misiva forma parte de la precampaña electoral de Aragonès, un candidato que su propio partido considera muy débil y que ha quedado muy desorientado ante el cambio de aspirante en el PSC. Además, episodios como el de la "rave" y el retraso en la recepción de las neveras para las vacunas han puesto de relieve la ausencia de dirección política y liderazgo en el gobierno regional. Hasta sus propios consejeros van por libre. En ese contexto, su presencia en la Pascua militar habría sido letal para sus intereses electorales.
Presencia de los Mossos
Sin embargo, no es el primer preboste autonómico que pasa de la celebración de los militares. De hecho, ningún presidente ni vicepresidente han asistido en la última década a la Pascua, acto en el que la Generalidad suele estar representada por el jefe de los Mossos d'Esquadra.
Desastre en los geriátricos
De la carta de contestación se desprende también que Aragonès desprecia la ayuda que el Ejército prestó en Cataluña durante la primera fase de la pandemia y que consistió en la desinfección de residencias de mayores y espacios públicos en los entornos de los hospitales o en las estaciones de transporte. La situación de las residencias, que dependían del consejero de Trabajo y Asuntos Sociales, el también dirigente de ERC Chakir El Homrani, fue especialmente desesperada ante el abandono de la Generalidad. Ante las graves circunstancias y la presión de los directores de los centros, ERC aceptó la ayuda del Ejército, un apoyo que ya se le ha olvidado al suplente de Torra.