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Artur Mas atribuye a Puigdemont la ruptura del soberanismo y anuncia que se queda en el PDeCAT

Se manifiesta "triste, decepcionado y enfadado" por la falta de unidad soberanista y pide una estrategia común o "nadie nos tomará en serio".

Se manifiesta "triste, decepcionado y enfadado" por la falta de unidad soberanista y pide una estrategia común o "nadie nos tomará en serio".
Artur Mas, en su comparecencia ante la prensa. | EFE

Artur Mas, expresidente de la Generalidad y exlíder de Convergencia, ha anunciado este lunes que no dará el paso de salir del PDeCAT para integrarse en Junts per Catalunya (JxCat) el nuevo partido de su sucesor Carles Puigdemont. Mas ha explicado que no se va con el prófugo porque "después de treinta años trabajando en proyectos que siempre buscaban la suma y la conseguían no puedo acabar en un proyecto que puede traer la división".

Mas ha puesto de relieve algunos de los jalones de su carrera política para justificar su permanencia en el Partit Demòcrata Europeu de Catalunya (PDeCAT). Así, declaró que "vengo de la Casa Gran del catalanismo, que formulé para integrar sensibilidades y personas, vengo de Junts pel Sí y de Junts per Catalunya que surgió de un despacho de Bélgica donde estábamos Puigdemont y yo. Y tengo la sensación de que si me apunto a Junts esto podría acabar en una separación".

A pesar de quedarse en el PDeCAT, Mas no ha querido romper puentes con Puigdemont. Mas cree que todavía se puede reconstruir la unidad entre el PDeCAT y JxCat, bien como un solo partido, que es lo que defendía, o como una coalición electoral, que es lo que plantea como posibilidad para reconducir la situación.

"No me he movido"

Según Mas, la "lectura correcta" de su posición es que "no marcho del PDeCAT, no marcho de donde ya estaba, no me he movido". En su glosa de la formación posconvergente, Mas ha destacado el papel de Puigdemont en la formación de un "partido soberanista de centro amplio que se propone hacer de Cataluña un país como Dinamarca, Austria, Holanda o Suecia".

A vueltas con la unidad, Mas ha subrayado que si no hay unidad en el soberanismo, en alusión a todos los partidos, "nadie nos tomará en serio". Y ya de cara a su propio espacio político, ha acentuado que "es difícil hablar de unidad cuando dentro no conseguimos garantizarla del todo".

Mas no renuncia a que las aguas posconvergentes vuelvan a fluir en una sola corriente y ha recordado que siempre hubo peleas y discrepancias en CiU, en Junts pel Sí y en Junts per Catalunya. En cuanto a su papel de ahora en adelante, Mas ha dejado claro que no volverá a la primera línea política, que no irá en ninguna lista y que no espera ningún cargo en las instituciones de Cataluña. "Quiero reforzar mi papel institucional como expresidente de la Generalidad".

Ese papel, ha advertido, obliga a alejarse del combate político más ordinario. "No haré nada que se pueda interpretar como una confrontación contra el presidente Puigdemont. No le propuse como relevo para acabar enfrentándome", ha declarado para acto seguido matizar "en alguna cosa no estoy muy de acuerdo (con Puigdemont) cuando no me integro en Junts. Por algo será".

Palo a Torra

Mas también ha censurado que Torra haya relevado a la consejera de Empresa y Conocimiento Àngels Chacón, que también se ha quedado en el PDeCAT porque eso, ha dicho, ha significado prescindir de un partido que apoya al Govern y no facilita la reconstrucción de la unidad.

En cuanto al nombre del partido de Puigdemont, Junts per Catalunya, Mas ha asegurado que "hay un compromiso firmado por el que ninguna de las partes utilizaría el nombre. Una de las cosas que no entiendo es que haya habido una pelea sobre el nombre cuando resulta que había un pacto para que el nombre se utilizara de manera conjunta o no se utilizara por ninguna de las dos partes".

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