Este jueves, el líder del PP, Pablo Casado, justificó el cese de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del Grupo Popular en el Congreso y su sustitución por Cuca Gamarra señalando que ésta fue "la alcaldesa más votada de la historia de Logroño" y defendiendo que "tenemos que evitar el error fatal de que para defender las convicciones hay que cavar trincheras y utilizar palabras como puños".
En algunas materias, los discursos de Álvarez de Toledo y Gamarra son antagónicos. Sin embargo, es en la concepción que cada una tiene del feminismo identitario donde sus posturas son el agua y el aceite. Así, mientras la primera defendió que "las mujeres ni nacemos víctimas ni nacemos socialistas" y, pocos días antes del 8-M de este año, se declaró "feminista amazónica de la escuela de Camille Paglia" e insistió que en su nombre "no habla nadie, ni hombre ni mujer", la segunda anunciaba que el PP acudiría a la mencionada manifestación reclamando "igualdad real", "del mismo modo que aquellas que nos han precedido nos la han facilitado al resto de las generaciones".
En dicha comparecencia, Gamarra presentaba la campaña "Mujer por encima de todo", con la que el PP llamaba a "algo fundamental: la unidad de las mujeres. Esto no tiene nada que ver con las ideologías, nada tiene que ver con la diferencia, sino con todos aquellos obstáculos que, de manera conjunta, por la condición de mujer, encontramos todavía en una sociedad donde la igualdad real no existe". Los obstáculos señalados por la entonces vicesecretaria de Política Social del PP eran los siguientes: "Empleo, brecha salarial, conciliación y violencia de género".
"Son muchas las mujeres del PP que vienen participando de manera habitual y normal en las manifestaciones del 8-M, y este año hemos decidido hacerlo de una manera más institucional como partido, porque son muchas las mujeres, miles de mujeres que votan a este partido las que nos manifestamos", agregaba.
El mismo 8 de marzo, Gamarra acudía a la manifestación feminista y denunciaba la "brecha salarial", la "brecha maternal que las mujeres sufrimos, y también esa lacra que es la violencia de género, por la cual tenemos que seguir trabajando toda la sociedad española". La nueva portavoz del Grupo Popular en el Congreso defendía un "feminismo sin etiquetas" con un objetivo: "la igualdad real entre mujeres y hombres ante las diferencias que todavía hoy existen". Ese "feminismo inclusivo" buscaba "sumar a todas y, además, también invitar a los hombres".
La claridad de Cayetana
Aunque la postura de Álvarez de Toledo sobre este asunto es de sobra conocida, merece la pena rescatar, por ejemplo, la misma comparecencia de prensa que ofreció la entonces portavoz parlamentaria del PP para referirse a la manifestación del 8M en la que, con tanta alegría, anunciaba Gamarra la participación del partido. El vídeo fue editado por el diario Público, como ejemplo de la "radicalidad" que el entorno progresista en España atribuía a Cayetana Álvarez de Toledo cuando pedían a Casado que prescindiera de ella.