La coalición entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC es pura apariencia y conveniencia, un apaño para repartirse cargos y sueldos tanto en la Generalidad como en el parlamento regional. Nunca es que se hayan guardado mucho las apariencias pues las discrepancias entre los socios han sido una constante desde que se firmó el pacto de gobierno, pero la proximidad de las elecciones ha provocado que las hostilidades pasen de nivel y suban unos cuantos peldaños.
Ya no hay disimulos que valgan y el hecho de que no se hayan publicado en el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC) parte de las resoluciones antimonárquicas aprobadas conjuntamente por JxCat, ERC y la CUP ha degenerado en varias broncas cruzadas en Twitter. El vicepresidente primero del Parlament, el posconvergente Josep Costa, no soporta al presidente de la cámara, el republicano Roger Torrent. Es un secreto a voces ratificado por un tuit de Costa con el siguiente mensaje: "Quien tenga dudas que se aparte".
A simple vista no parece gran cosa, pero encierra una notable carga de profundidad. Costa se refiere a unas declaraciones de Roger Torrent antes del 1-O en las que el entonces portavoz parlamentario de ERC aseguraba que había que apartar a quienes tuvieran dudas. Se trataba de una comida de partido, se escuchaba ruido de platos y copas y los ánimos estaban caldeados. El vídeo, de poco más de dos minutos, no tiene desperdicio. Torrent dice que "va a haber hostias", que no es momento para quienes tengan dudas y que "si alguien del Govern se echara para atrás vosotros y yo también le cogeríamos de la oreja y le diríamos: 'haz el favor de cumplir lo que habéis prometido'". Corría el 11 de junio de 2017.
Las tornas han cambiado. Desde que es presidente del Parlament, Torrent ha evitado incurrir en cualquier supuesto de desobediencia mientras que los posconvergentes, que según ERC se vendían por 155 monedas de plata, son ahora quienes empujan a los republicanos a desafiar a los tribunales.
Contra Costa ha salido Gabriel Rufián, quien atiza así a JxCat: "Que la derecha catalana señale al más débil no es algo nuevo. Que lo haga todo un vicepresidente del Parlament, sí. En las instituciones convienen políticos, no magos. La magia para los brujos". Y la respuesta no se ha hecho esperar. El portavoz de JxCat Albert Batet es quien contesta: Se ve que pedir que se publique íntegramente una resolución es un acto de magia y brujería, que no se le puede pedir tanto a un parlamento".
Un tuit de Costa en el que acusaba a ERC de ser partidario de la autocensura generaba otra bronca con la alcaldesa de Sant Cugat y dirigente de ERC Mireia Ingla, quien cargaba así contra el vicepresidente de la cámara: "Lo que es lamentable es comenzar denunciado al rey de ESpaña y lo que significa una institución como la monarquía para acabar denunciando al secretario general de una institución como el Parlament. Cuando asumamos la república catalana sin duda Josep Costa será el rey del postureo".
A Ingla le respondía Elsa Artadi con una definición de postureo: "Postureo es ponerse estupendísimo en el atril del Parlament contra la monarquía para después no atreverte a publicar lo que has votado, esconderte detrás de los letrados y seguir limitando la soberanía del Parlament".
JxCat y ERC también topan por la fecha electoral. En JxCat son partidarios de agotar la legislatura y utilizar la previsible inhabilitación de Torra por desobediencia para protagonizar un nuevo choque contra el Estado mientras que ERC quiere que se convoquen elecciones cuanto antes. En este contexto, ambas fuerzas compiten a cara de perro por el liderazgo en el campo separatista. Las encuestas dan una ligera ventaja a ERC, pero conforme pasan las semanas JxCat avanza y ya está a pocas décimas de los republicanos.