Para los golpistas presos cualquier cosa vale para denunciar al Estado y mejor si es mentira. Tras la suspensión provisional del tercer grado, el exconsejero Josep Rull se queja de que pasa 21 horas al día en su celda. "Una Fiscalía sedienta de venganza y una juez que ignora el Derecho hacen que lleve 9 días confinado 21 horas diarias en la celda. A pesar de la dureza de estas condiciones, es increíble la capacidad que tenemos las personas de resistir: las convicciones y la familia, mis baluartes", ha escrito en Twitter el que fuera consejero de Territorio y Sostenibilidad del gobierno regional de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras.
Una Fiscalia assedegada de venjança i una jutgessa que ignora el Dret fan que porti 9 dies confinat 21 hores diàries a la cel·la. Malgrat la duresa d’aquestes condicions, és increïble la capacitat que tenim les persones de resistir: les conviccions i la família, els meus baluards
— Josep Rull i Andreu 🎗 (@joseprull) August 8, 2020
La protesta no tendría nada de particular si no fuera por una de las respuestas en la red social, en concreto la de Carles Sastre, fundador y exdirigente de la banda terrorista "Terra Lliure" y condenado por el asesinato del empresario José Maria Bultó. Sastre, que ahora dirige el sindicato separatista mayoritario entre el funcionariado de la Generalidad, replica así a Rull: "Las prisiones en Cataluña dependen de la Generalidad. Alguna cosa se me escapa. ¿Cuarentena covid?".
La explicación a las condiciones de Rull es que todos los reclusos que vienen de la calle deben pasar una cuarentena para no provocar un brote en la prisión. La andanada de Sastre contra Rull ha sido detectada por el blog Dolça Catalunya, que recuerda además que Rull fue el único consejero que se creyó a Puigdemont cuando, poco antes de huir de España en el maletero de un coche, se despidió de sus colaboradores instándoles a presentarse en sus despachos el lunes siguiente. Así, Rull se presentó en su consejería y tuvo que ser amablemente desalojado por un mosso d'Esquadra.
Otro de los golpistas reclusos que acostumbra a quejarse, por ejemplo de que no le visita el cardenal Omella, es Joaquim Forn, exconsejero de Interior, quien ha disfrutado de un permiso de tres días por buen comportamiento en la casa de Pilar Rahola en Cadaqués. La editorialista de La Vanguardia y colaboradora de TV3 publicó un par de fotos del evento en su cuenta de Instagram, pero luego decidió eliminarlas. Sin embargo, tales imágenes fueron capturadas por algunos medios y aun están a disposición de los lectores. Es el caso del e-notícies, que cuenta además de que la prisión de Lledoners no dispone del cacao en polvo que le gusta a Forn, razón por la que se tomó "una buena taza" para desayunar, según contaba Rahola.
Al parecer, han aconsejado a Rahola que borre de su perfil las imágenes porque contradicen el relato de la represión que mantiene los golpistas.