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Vox logra la "hazaña" de entrar en el Parlamento vasco con un escaño por Álava

El partido se queda fuera del Parlamento gallego para ser llave de gobierno.

Vox ha conseguido su ansiada irrupción en el Parlamento vasco con un escaño por Álava, al sumar 17.500 votos, un 2% del electorado. Un auténtico éxito para el partido que se había marcado como objetivo lograr, al menos, un representante en las elecciones del 12 de julio. "Se trata de una hazaña sin precedentes, una auténtica heroicidad", aseguran desde la dirección del partido.

Amaia Martínez será la voz de Vox en la Cámara vasca tras una campaña muy dura en la que los miembros y simpatizantes de la formación han sufrido todo tipo de ataques violentos, lo que les llevó a presentar una denuncia contra la consejera de interior vasca por la falta de seguridad en sus actos.

El estreno de Vox en el País Vasco adquiere especial relevancia por tratarse de una de las tres regiones, junto a Galicia y Navarra, en las que peores resultados obtuvieron las pasadas elecciones generales ante la dificultad que supone mantener un discurso nacional, muy duro con el separatismo y sin renunciar a su propuesta de eliminar el cupo vasco, siendo ya el único partido que lo defiende.

Fuentes del partido lo comparan con la "hazaña" lograda en Andalucía y aseguran que se trata de un precedente muy importante para las elecciones catalanas, donde esperan obtener un resultado mucho mejor. Les permite, además, consolidar una estructura de partido a nivel regional.

Álava es, además, la provincia en la que nació Santiago Abascal, que ocupó este mismo escaño por el PP en los años 2005 y 2009, y a la que él mismo se ha referido como su "patria chica", al valorar el resultado de estas elecciones. El líder de Vox ha insistido en denunciar la "falta de libertad" en las que se han desarrollado estos comicios por la violencia sufrida que "ha impedido que su mensaje llegue a todos los ciudadanos".

"No hemos podido decir con claridad qué es lo que proponíamos", ha criticado con dureza Abascal, que ha lamentado la imagen que se ha transmitido de su partido, "envuelto en la bronca, aunque sea como víctima", con la complicidad de las autoridades, ha asegurado. También ha tenido palabras para el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, contra el que se han querellado por "secuestrar" las papeletas de Vox, decisión que enmendó la JEC. "Vamos a hacer todo lo posible para que acabe en prisión", ha advertido.

El resultado en el País Vasco es, sin duda, un éxito personal del líder de Vox, que se ha volcado durante la campaña electoral, asumiendo por completo el protagonismo ante el grado de desconocimiento que existía en torno a sus candidatos, motivo por el que renunciaron a presentar aspirantes a la presidencia de la Xunta o del Gobierno vasco. "Abascal es el único líder nacional que ha salido reforzado de estas elecciones", ha proclamado el jefe de campaña y diputado por Barcelona, Ignacio Garriga.

Los últimos sondeos ya recogían la posibilidad de que Vox lograra un escaño por Álava, lo que preocupaba especialmente al PNV que llegó a publicar vídeos de campaña apelando a la movilización de su electorado para impedir la entrada de los de Abascal en la Cámara vasca.

El resultado amargo de Galicia

Vox se ha quedado, sin embargo, fuera del Parlamento gallego con 26.000 votos, lo que supone un 2% del electorado. Se trata de 40.000 votos menos que en las generales del 10-N donde llegaron al 5%. Un resultado que desde el partido explican por el "miedo" de los gallegos a votar otras opciones distintas al PP y que gobierne el PSOE y Podemos con los separatistas, como ocurre a nivel nacional.

"Mientras Vox se estrena en un Parlamento en el que no tenía representación, Podemos sale de otro en el que tenía representación", ha proclamado doblemente orgulloso Abascal ante el escaño logrado en el País Vasco y el batacazo sin precedentes del partido de Pablo Iglesias en Galicia.

El líder de Vox no ha querido felicitar a Alberto Núñez Feijoo por su resultado, al que ha acusado de "jugar sucio, lanzando un mensaje nacionalista", y ha recordado que despreció a su partido al afirmar que "Vox no tenía cabida en Galicia". "No somos de componendas ni falsas felicitaciones, no nos alegramos de su resultado, que podría haber sido mejor para nosotros", ha dicho con dureza Abascal, que ha recordado en todo momento las dificultades en las que han desarrollado su campaña, también en Galicia, por el acoso y la violencia sufrida en sus actos.

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