En plena precampaña de las elecciones vascas y gallegas del próximo 12 de julio, Vox vuelve ser objeto de polémica por el uso de armas, como ya ocurriera en la campaña previa a las generales del pasado mes abril, cuando defendió su utilización para situaciones de defensa propia en domicilios particulares.
El grupo de Izquierda Confederal en el Senado, integrado por Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Geroa Bai y Catalunya En Comú Podem, ha remitido al Gobierno un recurso de amparo solicitando información sobre la licencia de armas de Santiago Abascal. Una petición realizada el pasado mes de enero por el senador de Compromís, Carles Mulet, que proponía además retirar el acta de diputado a Abascal si se comprueba que acude armado al Congreso.
A la polémica, Vox ha respondido proponiendo realizar test antidrogas a los diputados y senadores. "Quizá a los españoles lo que les gustaría saber más es si los representantes de la soberanía nacional acuden a las reuniones de las comisiones y el Pleno sin haber consumido sustancias psicotrópicas", ha dicho el portavoz de Acción Política, Jorge Buxadé, al ser preguntado en rueda de prensa al respecto.
El propio Abascal respondió ayer a través de las redes sociales asegurando que "no tenía inconveniente en ser cacheado a la entrada al Congreso", al tiempo que señalaba que "viendo los socios del Gobierno de Sánchez e Iglesias convendría que todos pasen un control de armas y explosivos. Sería bueno también un control antidroga a los diputados antes de acceder al Pleno", escribía.
En la misma línea, Buxadé ha pedido realizar este tipo de test: "En los partidos de fútbol se hace", ha defendido después de aceptar que se puedan llevar a cabo controles de armas, recordando que el presidente de Vox tiene licencia por su condición de amenazado por ETA. "Cuando Abascal tenía 17 años vivió con toda su familia, con su padre que en paz descanse, el acoso violento, la coacción, la amenaza y el chantaje de los violentos que ahora están sosteniendo al Gobierno", ha dicho.
El vicepresidente político de Vox ha advertido de que "no van a dar ninguna explicación a los señores de Compromís, ni a cualquiera que pase por el camino, de una cuestión que es personal" y ha englobado la polémica dentro del proceso electoral abierto en Galicia y el País Vasco, y la intención de sus adversarios políticos de volver a relacionar al partido con el uso de armas.