El presidente de la Generalidad, Quim Torra, no tiene freno a la hora de pedir. Tras cifrar en un primer momento el coste de la emergencia sanitaria para Cataluña en cuatro mil millones de euros, elevó el montó hasta los cinco mil el pasado martes en el pleno del Parlament, pero la factura se ha triplicado en sólo tres días, de modo que ahora reclama al Estado 15.000 millones para hacer frente a los gastos derivados por la epidemia de coronavirus y sus consecuencias sociales y económicas.
Según las cuentas de Torra, cinco mil millones son los que ha costado la atención sanitaria extraordinaria; otros cinco mil son los que corresponderían a la Generalidad del mecanismo europeo de estabilidad; 2.500 serían fruto del aumento del techo de déficit y los otros 2.500, de los superávits de los municipios.
Con estas cuentas abordará Torra la reunión dominical de presidentes regionales con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Son unos números innegociables, según el dirigente separatista, para hacer frente a las necesidades de inversión pública. A pesar de las urgencias derivadas del coronavirus, la Generalidad ha decidido mantener las partidas presupuestarias destinadas a TV3 —240 millones de euros— al Consejo Audiovisual de Cataluña —6 millones—, a la Oficina Antifraude —otros seis millones— o al Instituto Internacional Catalán por la Paz —millón y medio—.
Por otra parte, Torra dedicó el viernes a torpedear la mesa de negociación con el Gobierno para pasmo de sus socios de ERC. En declaraciones a los medios duran una visita a El Masnou, el presidente regional afirmó que para reunir a la mesa "hace falta un clima de confianza que no existe visto lo que ha pasado en los últimos meses". Torra también apuntó que Sánchez no es de fiar porque "hoy puede estar diciendo una cosa y dentro de dos semanas, otra".