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Escudero, a Illa y Simón el 9-M: "¿De verdad pensáis que lo que está pasando en Madrid no pasará en otras comunidades?"

El consejero de Salud de la CAM desvela en El Mundo cómo fue la reunión urgente que mantuvo con los responsables sanitarios nacionales el 9 de marzo.

Pedro Sánchez, junto a Fernando Simón y Salvador Illa, durante una reunión del Comité Científico de la covid-19 | EFE

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha desvelado en El Mundo el contenido de la reunión urgente que mantuvo con los responsables nacionales del ramo sólo cinco días antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma en todo el país.

Según cuenta Ruiz Escudero, Salvador Illa le llamó el 9 de marzo y le dijo que se debían ver: "Acudí con mi equipo al Ministerio de Sanidad. De camino les dije que esa reunión iba a ser decisiva porque no íbamos a dar marcha atrás". "La puesta en marcha de las medidas era inminente –añade el consejero–, estaban decididas con la presidenta Díaz Ayuso, y se iban a aprobar esa misma tarde en el Consejo de Gobierno. Teníamos claro que en nuestra región había transmisión comunitaria y muchos casos de neumonías sin filiar en los hospitales provocados por el coronavirus".

Ruiz Escudero relata al diario de Unidad Editorial que, durante el encuentro, al que acudieron los equipos de ambas administraciones, dijo que no se podía dilatar la espera ni un segundo más. Por su parte, los representantes gubernamentales dudaron si adoptar acciones inmediatas. "Tuvimos la sensación de que no percibían la situación en Madrid con la misma preocupación que nosotros", sostiene el consejero.

La reunión tuvo lugar en torno a las tres de la tarde, poco antes del Consejo de Gobierno en el que la Comunidad de Madrid se disponía a suspender la actividad docente presencial en todos los niveles educativos; a recomendar a las empresas el teletrabajo; a paralizar las cirugías programadas y las pruebas diagnósticas no preferentes; a aconsejar a toda la población que evitaran todos los viajes que no se considerasen estrictamente imprescindibles; y a recomendar a los mayores y pacientes crónicos que evitasen salir de su casa.

"Nos íbamos a enfrentar a una crisis sin precedentes"

"Nos dimos cuenta de que nos íbamos a enfrentar a una crisis sin precedentes. Sin embargo, la percepción del Gobierno era muy distinta –insiste Ruiz Escudero–. A lo largo de esa semana, donde ellos veían núcleos de transmisión identificados y en los que se podía seguir la trazabilidad, nosotros teníamos la información asistencial de la irrupción de neumonías sin filiar, que se estaban detectando en los hospitales. Obviamente no veíamos la situación de la misma manera".

Por su parte, el director del CCAES, Fernando Simón, tomó la palabra para dejar entrever sus dudas sobre la efectividad del cierre de los centros educativos, principalmente en lo referente a las universidades.

"En ese punto –dice el consejero–, ante su recelo inicial, y nuestra clara determinación, volví a repetirles la misma pregunta, '¿pero de verdad pensáis que lo que está pasando en Madrid no va a pasar en otras comunidades autónomas?' Otra vez se produjo un denso silencio. Entonces, Illa espetó un 'vale', y nos pidió por favor que le pasáramos las medidas que íbamos a adoptar antes de hacerlas públicas en el Consejo de Gobierno. De la misma manera solicitó que esas actuaciones las trataran los equipos técnicos de ambos equipos. Añadió que el País Vasco también se disponía a adoptar medidas y solicitó consultarlas para que, llegados a ese punto, no hubiera diferencias sustanciales entre comunidades. Solo nos pidieron que lo relacionado con los eventos deportivos se lo dejáramos a ellos".

Ruiz Escudero propuso actuar en "dos niveles: movilidad y concentración de gente, especialmente con los más vulnerables. Por eso, la primera decisión que tomamos el día 6 fue acordar el cierre de los centros de ocio y de día de mayores. También mandamos cartas a los colegios el día 5 para que supieran cómo actuar ante un eventual caso, siempre desde un mensaje prudente de normalidad, que fuera concienciando a la población, pero sin generar pánico entre los padres. Ese mismo día tuvimos una de las reuniones más críticas con los representantes de la Iglesia Evangélica en el Ministerio, que empezó de manera muy tensa pero acabó bien".

Ruiz Escudero señala que "aquel día nos sorprendió, y nos sorprendió para bien, la firmeza del ministro. Nosotros queríamos contener el virus". Recuerda que "el mismo día del 8-M ya teníamos 436 casos que reportamos el lunes. Vimos que la pandemia crecía, ordenamos prohibir las visitas de familiares a las residencias de ancianos y decidimos que el lunes íbamos a ir con todo. Hablé con la consejera del País Vasco, le pregunté qué iba a hacer ella y me dijo que también iba para adelante. Lo comenté con la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que me dio su respaldo absoluto y me aseguró que haríamos 'lo que tuviéramos que hacer'".
"Gracias a que Madrid pisó el acelerador se salvaron muchas vidas en otras comunidades y el Gobierno reaccionó. Ésa es la verdad. Ojalá lo hubiéramos hecho incluso antes", apostilla Ruiz Escudero.

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