ERC vuelve a dar la espalda al Gobierno y 12 de sus 13 diputados – el adscrito al grupo, Joan Josep Nuet se abstenía- han votado no a la quinta prórroga del estado de alarma. El voto lo confirmaba con el pleno en marcha, desde un acto en Barcelona, el coordinador nacional del partido, Pere Aragonès, tras escuchar el discurso, en tono muy bronco, del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, contra el presidente del Gobierno advirtiendo de que el acuerdo que le llevó a la Moncloa, agoniza: "Hoy no se constata la negativa de ERC a su estado de alarma, sino, quizá de forma definitiva, se constata la negativa del Gobierno a negociar nada con ERC", ha dicho Rufián molesto por el nuevo acercamiento de Sánchez a los de Inés Arrimadas y que a última hora de la tarde complicaba el entendimiento con los de Junqueras. "Son ellos los que han decidido que ERC se mantenga en el no", confirmaba Aragonès.
"Los principios no se negocian", le reprochaba el dirigente separatista a Pedro Sánchez que observaba visiblemente desencajado la intervención del portavoz de un grupo parlamentario con el que el PSOE no ha dejado de negociar hasta el último minuto. "Estamos aquí llevándonos por delante, quizá de forma irremediable, el espíritu de la investidura. Un espíritu que era palanca para el progreso y dique de contención para el fascismo", avisaba el separatista en su intervención. "Señorías de PSOE y Podemos, le están dando boletos a la extrema derecha y a la derecha extrema en una rifa que algún día pueden ganar. Cs se puede vestir de derecha moderada solo un rato".
"Las negociaciones en política se sudan, no se esperan. Y ustedes juegan constantemente a la geometría variable bajo un axioma falso. Juegan a ser irremediables. Juega a convencer por defecto, no por consenso. Juegan al chantaje. Ustedes venden que 'ERC me lo pone muy difícil' y entonces pactan con Cs", ha aseverado un Gabriel Rufián muy crítico con el desenlace de las negociaciones tras días muy intensos de contactos en los que los separatistas critican no haber conseguido "grandes avances" que permitieran poder explicar en Cataluña una abstención en esta quinta prórroga del estado de alarma.
Las exigencias de ERC
ERC había fijado al Gobierno hasta cinco condiciones a cambio de su abstención, y es lo que venían negociando desde el pasado jueves con reuniones telemáticas entre los equipos negociadores de ambos partidos y línea directa entre el coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès y Moncloa. El principal reclamo era el mando compartido, para que la consejería de salud, en manos de ERC, pudiera firmar las siguientes fases de la desescalada en Cataluña. Y en este punto, según confirman fuentes de ERC, se estaba avanzando aunque de manera insuficiente.
Los separatistas también habían incorporado en las últimas horas una modificación de la ley de salud pública para contar con la seguridad de que ésta sería la última vez que se recurriría al estado de alarma ante las perspectivas de un rebrote del virus y también se trabajaba con el Gobierno en un acuerdo social para que los ayuntamientos pudieran disponer del superávit que generan. En el partido de Junqueras, estaban incluso conformes con el acuerdo de limitar a 15 días la prolongación del estado de alarma.
Pero el principal escollo, al margen de la letra pequeña en una promesa de cogobernanza, parece haber estado en la negociación para fijar una fecha para la mesa de diálogo con el independentismo. Hasta ahora, ERC contaba con el compromiso verbal por parte del Gobierno de que se retomaría una vez esté controlada la crisis sanitaria, pero tras el acuerdo de última hora con Ciudadanos, a los separatistas les entraron dudas sobre las verdaderas intenciones de Sánchez.
Aragonès rebajaba el tono: no interesa la ruptura
Pese al voto negativo, y al tono que ha empleado Rufián contra Sánchez en el Congreso, el sucesor de Junqueras, Pere Aragonès, ha querido calmar las aguas dejando la puerta abierta a seguir dialogando. ERC espera que este nuevo plantón al Gobierno no dinamite un nuevo intento por convocar la mesa de diálogo con los separatistas. "Siempre estaremos abiertos a seguir hablando y defendiendo los principios que nosotros planteamos como fuerza política", ha dicho en un acto en Barcelona.
A pesar de los lamentos y la escenificación, romper de manera definitiva con Sánchez no está en la estrategia de ERC en plena contienda electoral contra los de Carles Puigdemont. En el partido de Junqueras eran conscientes de que la jugada de este miércoles era arriesgada pero actuaban con la convicción de que el Gobierno salvaría, aunque por la mínima, su nueva prórroga del estado de alarma.