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Coronavirus: el gobierno catalán asegura que en una Cataluña independiente habría menos muertos

La portavoz de la Generalidad, Meritxell Budó, asegura que "se habrían tomado medidas antes y probablemente tendríamos menos muertos y contagiados".

La portavoz de la Generalidad Meritxell Budó. | EFE

El gobierno de la Generalidad aprovecha la emergencia sanitaria por el coronavirus para cargar día sí y día también contra el Gobierno y vender la idea de que con un Estado catalán el efecto de la pandemia habría sido menos grave.

Este lunes, Meritxell Budó, portavoz del ejecutivo que preside Quim Torra, lo ha asegurado dos veces. Primero en una entrevista en la emisora en catalán de Radio Nacional de España, Radio 4, y después en la rueda de prensa diaria que protagoniza junto al consejero de Interior, Miquel Buch, y la consejera de Salud, Alba Vergés.

Según Budó, si Cataluña fuera independiente cree que la Generalidad habría actuado antes y los datos serían diferentes: "Probablemente tendríamos menos muertos y contagiados", ha llegado a decir en repetidas ocasiones. Considera la consejera que "probablemente el confinamiento total se habría producido quince días antes" lo que habría dado lugar a una sensible reducción del número de víctimas mortales y de infectados por el Covid 19.

Los datos de la propia Generalidad indican que en la región han fallecido hasta el momento 8.273 personas (número que incluye el proporcionado por las funerarias), hay 20.881 personas hospitalizadas y 42.610 casos confirmados.

Budó se ha abstenido de incluir en sus conjeturas que expertos como el contratado por Quim Torra como el doctor Oriol Mitjà o el propio director general de Salud de la Generalidad, Joan Guix, compararon el coronavirus con una gripe en reiteradas ocasiones y hasta un par de días antes de que el Gobierno diera la orden de confinamiento.

Así, Guix afirmaba el 24 de febrero que un escenario como el italiano era "poco factible" en Cataluña. El 9 de marzo aseguraba que "nos sigue preocupando más la gripe que el coronavirus" si bien instaba a no banalizar el coronavirus.

El 11 de marzo era el consejero de Enseñanza, Josep Bargalló, quien decía que "no hay ningún motivo para proceder al cierre global de las escuelas" cuando varias regiones, Madrid y el País Vasco entre ellas, ya habían dado órdenes para paralizar el curso en todos los niveles formativos. De hecho, la Generalidad podría haber actuado al margen del Gobierno toda vez que el 12 por la noche ordenaba el confinamiento del área de Igualada al detectar un brote de coronavirus en el hospital de esa ciudad con medio centenar de contagiados. Dos días después el decreto de estado de alarma del Gobierno dictaba el confinamiento generalizado en toda España.

El acto de Perpiñán

Se la circunstancia, además, de que buena parte del gobierno de la Generalidad asistió quince días antes del decreto de estado de alarma al mitin de Puigdemont en Perpiñán, ciudad francesa con mayor número de contagios en porcentaje de población, a pesar de que se alzaron voces que abogaban por suspender la celebración separatista ante el avance de la pandemia.

Los políticos separatistas se han negado en todo momento a reconocer que aquel acto de masas haya podido contribuir a la propagación del virus. La presencia de dirigentes nacionalistas como la propia Meritxell Budó o Quim Torra en aquel mitin evidencia que el gobierno catalán no era consciente del peligro del coronavirus ni de la necesidad de adoptar medidas preventivas.

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