El Gobierno hizo oídos sordos a las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la UE para hacer acopio de material sanitario durante los primeros compases de la expansión del coronavirus, según informa El Mundo. El Ejecutivo que preside Sánchez no creyó necesario hacer compras adicionales —preventivas— para "garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos", como aconsejaba el organismo multilateral en un informe del pasado 3 de febrero.
Por su parte, Sanidad tampoco vio oportuno aprovechar la "ventana de oportunidad" de la que avisaba el 11 de febrero la OMS para comprar un remanente de equipamiento —mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas, entre otros— que le permitiera afrontar un posible contagio masivo que se hizo realidad tan sólo cuatro semanas después.
El diario de Unidad Editorial cuenta que el Ejecutivo tampoco siguió la conclusión a la que llegaron los 27 socios de la Unión Europea el 13 de febrero: "Vigilar el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados desde China". Ese mismo día, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, remarcó que "España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento". Y, en un comunicado, el Ministerio añadía: "Y se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote".
En estos momentos, en España hay más de 13.000 sanitarios infectados con coronavirus y vive una crisis de abastecimiento, tanto por falta de material como por los problemas logísticos que empiezan a surgir con los proveedores de China.
De hecho, los primeros test de diagnóstico rápido que compró el Ejecutivo resultaron fallidos al no alcanzar el 30% de fiabilidad. Y el conjunto de los analizados hasta ahora por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica no llega al 50%.
Advertencias no faltaron
Por otro lado, cabe destacar que, el 30 de enero, el Ministerio asumió las competencias de "vigilancia de salud pública", ya que ese día la OMS había emitido su alerta de emergencia internacional por el coronavirus, incluyendo a todos los países de la UE.
La Ley General de Sanidad Pública, en su artículo 14, establece que la "gestión de alertas que procedan de la UE o de la OMS" es "competencia" directa y automática del ministerio, al igual que todas aquellas alertas "de carácter supraautonómico o que puedan trascender del territorio de una comunidad autónoma".
Tal y como recoge El Mundo, el 3 de febrero, la OMS emitió un informe en el que aseguraba que "las medidas de prevención y control" son "absolutamente esenciales para garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos" del virus; diez días después, todos los Estados miembros europeos llegaron a un acuerdo en el que reclamaron a la Comisión Europea "continuar examinando todas las posibilidades disponibles" para "facilitar el acceso a los equipos de protección individual (EPI) que necesitan los Estados miembros".
Además, los ministros europeos, en una reunión a la que acudió Illa, también acordaron anteponerse a la posible escasez de "equipos importados desde China", como recogió el Departamento de Seguridad Nacional español, dependiente de la Presidencia del Gobierno, en uno de sus informes sobre la "situación actual" de la epidemia de coronavirus.