Las autoridades estadounidenses han advertido a la población de que se quede en casa, porque "la situación se pondrá mal esta semana", cuando una de cada tres personas de Estados Unidos ya está sometida a confinamiento para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
"Quiero que Estados Unidos entienda que la situación se pondrá mal esta semana. Realmente necesitamos que todos se queden en casa", advirtió Jerome Adams, director general de salud pública del Gobierno de EEUU, en una intervención en el programa Today de la cadena de televisión NBC.
"Hay muchas personas que están haciendo lo correcto, pero hay muchas otras que piensan que esto no les puede pasar a ellas", agregó el cirujano.
El combate contra el coronavirus se ha intensificado en todo Estados Unidos a medida que se van viendo cada vez más los efectos de su expansión en el despido de trabajadores, la disminución de suministros médicos en los hospitales y las órdenes de confinamiento de las autoridades locales.
Según los recuentos extraoficiales más recientes, 35.225 estadounidenses han sido contagiados por el virus, con lo que el país se ha convertido en el tercero del mundo con mayor número de casos, por detrás de China e Italia, mientras que las muertes ascienden a 471.
Cuando ya se han registrado casos en todo el país, el Gobierno del presidente Donald Trump ha activado la Guardia Nacional en tres de los estados más afectados: California, Washington y Nueva York, este último con casi la mitad de todos los casos, cerca de 17.000.
La función de la Guardia Nacional será, en parte, la de hacer cumplir las órdenes de confinamiento, que además de a California, Washington y Nueva York, afectan ya a Luisiana, Delaware, Ohio, Illinois, Oregón, Nueva Jersey y Connecticut, diez estados en los que habita cerca de un tercio de la población del país...
Esta fuerza de reserva que opera en cada estado y que, según Trump, estará bajo las órdenes de las autoridades locales, apoyarán a estos estados también en la construcción de unidades para albergar enfermos, y garantizarán el abastecimiento.
Otro de los efectos que más preocupan a las autoridades es el deterioro económico que el confinamiento de la población está ocasionando en la economía, con el desplome del consumo que no sea otro que de productos de primera necesidad, el despido de trabajadores y la consecuente caída en picado de las bolsas de valores.
La Reserva Federal (Fed) anunció, ante de la apertura de los mercados, que adquirirá una cantidad ilimitada de bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas, dentro su andanada de iniciativas para sustentar los mercados financieros y calmar a las bolsas, algo que, al menos en la apertura de la sesión, no consiguió.
En su anuncio, el banco central estadounidense indicó que comprará activos "en los montos necesarios para mantener un funcionamiento normal de los mercados y una ejecución efectiva de la política monetaria".
Asimismo, el Congreso estudia un paquete legislativo de estímulo económico para hacer frente al COVID-19, sobre el que la oposición demócrata se muestra reticente por considerar que está enfocado en beneficiar a las grandes empresas y no a la población en general.