El presidente de la Generalidad, Quim Torra, se ha felicitado por el "debate honesto y franco" con el Gobierno en la mesa de diálogo sobre Cataluña, pero ha destacado que "seguimos sin tener una respuesta clara" del Ejecutivo de Pedro Sánchez respecto al derecho a al autodeterminación y la amnistía, los puntos claves sobre los que quiere negociar la parte catalana. "La voluntad popular es la primera institución republicana", ha insistido Torra para justificar la "agenda" separatista en la primera reunión de la mesa de diálogo entre gobiernos celebrada este miércoles
Torra también ha destacado que en la reunión ha dejado claro que debían ser Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Marta Rovira y Jordi Sànchez quienes debían negociar en nombre de la Generalidad. En cuanto al mediador y a preguntas de los periodistas, Torra ha insistido en la necesidad de contar con esa figura. El dirigente separatista ha expuesto además que "hay una gran distancia entre las dos partes sobre el origen, naturaleza y vías de solución del problema catalán" y ha asegurado que el conflicto "nace de la negación de los derechos, sobre todo el de la autodeterminación". El presidente regional ha asegurado al respecto que el ochenta por ciento de la población catalana está a favor del derecho de autodeterminación.
Torra, optimista
A pesar de la distancia aludida con el Gobierno, Torra se ha mostrado optimista y ha asegurado que en el encuentro "hemos insistido en que nosotros no nos levantaremos de la mesa porque nosotros creemos en el diálogo". "En las próximas reuniones debemos profundizar en las soluciones democráticas", ha abundado.
A pesar del teórico desencuentro, la reunión ha durado más de tres horas y en ellas no se han abordado lo que Torra ha calificado de "temas sectoriales", asuntos como inversiones y traspasos que serán objeto de la comisión bilateral. Gobierno y Generalidad se han comprometido a celebrar reuniones cada mes. La próxima será en marzo y en Barcelona.
La rueda de prensa de Torra no ha durado ni cinco minutos. El dirigente separatista ha justificado la celeridad en que la delegación catalana debía tomar un avión hacia Barcelona.
Naturaleza "política" del conflicto
El primer encuentro ha satisfecho las expectativas de los separatistas. Se ha conseguido fijar una metodología y un calendario y se ha dejado claro que la autodeterminación y una solución para los presos y fugados son condiciones "sine qua non" para llegar a algún acuerdo. El optimismo de los negociadores independentistas se basa también en que el Gobierno reconoce la supuesta naturaleza política del conflicto, califica la mesa de "negociación" y no sólo de diálogo.
Sin cita a la Constitución
También se han felicitado por la última línea del documento conjunto: "Cualquier acuerdo que se adopte en el seno de la mesa se formulará en el marco de la seguridad jurídica". Otra vez ninguna alusión a la Constitución, lo que según la delegación de la Generalidad abre las puertas a un referéndum pactado con el Gobierno.
Los negociadores separatistas también han quedado muy satisfechos por el tratamiento protocolario. Han constatado que el Gobierno asume el concepto de la bilateralidad y a diferencia de lo ocurrido en Pedralbes en diciembre de 2018, se han asegurado un calendario para negociar.