ERC no quiere echar más leña al fuego y consideran los de Oriol Junqueras que con la rectificación pública de Moncloa, a última hora de la tarde, manteniendo la celebración de la mesa de diálogo entre gobiernos antes de las elecciones en Cataluña, se debe poner fin a esta forzada escenificación de distanciamiento. La 'humillación' de Sánchez ha sido suficiente para los de ERC que esta mañana, incluso, disculpan al Gobierno asegurando que "no se actuó de mala fe", por parte del Ejecutivo socialista.
Es lo que ha dicho el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, encargado este jueves de solucionar in extremis un conato de crisis con el Gobierno provocado más bien por las presiones de sus todavía socios en Cataluña, JxCAT. En una entrevista en la Cadena Ser, Rufián ha asegurado haberse enterado por la prensa del movimiento de Moncloa para retrasar la mesa de negociación y, sin querer profundizar en el fondo de su conversación con Pedro Sánchez, lo ha justificado afirmando que "se hizo un diagnóstico equivocado" que se acabó solucionando aportando "información que la otra parte no tenía". Al final, "se pudo reencauzar la situación", ha dicho aliviado.
Sin querer entrar en los detalles de ese encuentro ni de quién surgió la idea de improvisar un encuentro "sería poco elegante por mi parte revelarlo", Rufián ha intentado salvar en todo momento la actuación del Gobierno asegurando que el malentendido podría haberse producido a raíz del anuncio hecho público este miércoles por parte del presidente catalán, Quim Torra, dando por acabada la legislatura. "Moncloa hace un diagnóstico equivocado cuando entiende que el Gobierno catalán ya no existe, que ya no tiene con quién dialogar", ha dicho Rufián.
En este punto, el dirigente de ERC no ha dudado en señalar con el dedo a sus socios en Cataluña que tras el primer anuncio de Moncloa, no tardaron en salir a acusarles de haberse precipitado entregando sus 13 abstenciones para investir a Sánchez. "Hay gente que comparte coalición con nosotros que no confía en esta mesa" pero se trata de "no dar excusas a los extremos", ha explicado Rufián enviando un mensaje de confianza en esta futura mesa porque según él, sin diálogo "la situación se enquista, se pudre".
Pese a la buena sintonía, ERC también quiere trasladar cierta presión y Rufián no ha dudado en insistir en que "si no se cumplen los acuerdos es complicado seguir adelante" aunque es bastante significativo que los de Junqueras hayan dejado de hablar de plazos desde hace semanas. Rufián se olvida del ultimátum de los 15 días para la puesta en marcha de este instrumento de diálogo y dice ahora que "las líneas rojas, los plazos, las sogas al cuello son peligrosas" y se emplaza a "ver qué sale" del encuentro del próximo jueves entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el catalán, Quim Torra.