Carles Puigdemont, junto a los también huidos Toni Comín y Clara Ponsatí, forman el cartel del gran acto separatista que tendrán lugar el próximo 29 de febrero en la localidad francesa de Perpiñán, capital de la Cataluña norte según el pancatalanismo. "La república en el centro del mundo" es el eslogan de los carteles que anuncian el mitin organizado por el Consell de la República y las entidades Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural.
Tras probar en Estrasburgo la eficacia de la inmunidad como europarlamentario, Puigdemont considera que está seguro en territorio francés, razón por la que se prepara un gran mitin en Perpiñán, localidad que dista 75 kilómetros de la frontera con España. Según la propaganda del citado Consell, el acto es de una "gran trascendencia porque será la primera vez que estaremos en Cataluña, concretamente en Perpiñán".
En la convocatoria se aprovecha también para pedir dinero a los simpatizantes separatistas y que inscriban como mínimo a una persona en el Consell. Además, se apunta que "las comarcas norcatalanas fueron claves para poder celebrar el referéndum del 1 de octubre y sus instituciones y sociedad civil siempre han dado apoyo al proceso catalán y han pedido la libertad de los presos y exiliados políticos".
Puigdemont fantaseó con regresar a España empotrado en una comisión de eurodiputados que hace unos días visitaron a Oriol Junqueras en la prisión de la Generalidad de Lledoners, pero finalmente declinó sumarse al grupo siguiendo los consejos de su equipo jurídico, que consideran que la inmunidad del prófugo como eurodiputado no sería válida en suelo español.
El prófugo cuenta con que el suplicatorio tardará meses en tramitarse, por lo que quiere aprovechar ese lapso para moverse por Europa con la única restricción de España. El plan, si el Parlamento Europeo acepta el suplicatorio, será volver a recluirse en la mansión de Waterloo.