El presidente catalán pone en marcha los preparativos para la primera "cumbre bilateral", como la denominan en la Generalidad, entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Quim Torra. Como maniobra de última hora, el dirigente separatista ha decidido adelantar el cónclave de partidos separatistas, inicialmente previsto para el viernes a las 17:00 horas, a esta misma tarde, con el motivo de consensuar la postura que trasladará Torra a Sánchez en esa reunión prevista antes de que el Tribunal Supremo decida en firme sobre su condena por desobediencia. La reunión del viernes "para poder escuchar a todos", también se celebrará, ha confirmado después la portavoz de Torra, Meritxell Budó.
A la reunión están convocados JxCAT, ERC y la CUP, dejando fuera a los comunes "porque yo negocio en nombre del Gobierno catalán y el gobierno es independentista", ha dicho Torra en una entrevista en Radio 4 donde también ha expresado su deseo de que el presidente de Òmnium, el condenado por el Supremo, Jordi Cuixart, pueda asistir a la cita si su primer permiso penitenciario se produce este mismo miércoles. Algo que, ya advierten en la Generalidad, no se anunciará de antemano, para "no afectar a su intimidad".
En cualquier caso, esta maniobra de adelantar el encuentro con todas las formaciones separatistas hace prever que Torra espera reunirse con Sánchez antes de que finalice la semana o en su defecto, la próxima porque el sucesor de Puigdemont, teme que el Supremo pueda adelantarse con su inhabilitación y quedarse entonces sin la foto de la humillación al nuevo Gobierno de Sánchez. Para ir preparando el terreno, el presidente catalán ya ha adelantado este miércoles cuáles serán los dos asuntos que podrá encima de la mesa: "Se puede hablar de condiciones y plazos, pero el objetivo central ha de ser la autodeterminación".
"Vamos a negociar un referéndum de autodeterminación y una ley de amnistía" porque "nosotros representamos ésto, no representamos otra cosa", ha advertido Torra quien, además, ha querido responder al líder del PSC, Miquel Iceta, que en las últimas horas, ha deslizado la posibilidad de que, aunque Sánchez permita a Torra trasladar su exigencia de un futuro referéndum de independencia, que el presidente del Gobierno tras escucharle, opte por descartarlo. "No vamos a aceptar que nos dejen planearlo y luego pasar a otra cosa, como dice Iceta".
Elecciones ¿inminentes?
Aunque Torra se sigue aferrando "al mandato del Parlamento", que este martes volvía a blindarle como diputado y presidente de la Generalidad pese a la decisión de la JEC de retirarle el acta como parlamentario, el dirigente separatista abría la puerta este miércoles a un adelanto electoral en Cataluña una vez el Tribunal Supremo haga firme su condena de inhabilitación por un delito de desobediencia por el caso de los lazos amarillos.
"Si el Parlamento de Cataluña llegase a ese momento de desautorizarme, seguramente estaríamos unos meses en funciones y habría elecciones", ha dicho Torra deslizando, por primera vez, tras conocer la decisión del Supremo, esa posibilidad. Pese a que la ley de Presidencia de la Generalidad fija un plazo de 10 días para que el presidente de la cámara catalana, Roger Torrent, proponga a un nuevo presidente de ejecutarse la inhabilitación de Torra, el presidente autonómico ha dejado en manos del Parlamento tomar la iniciativa: "Yo seguiría pidiendo que el Parlamento se pronunciase y acataría lo que dijese el Parlamento".
Postura en la que se ha ratificado después la portavoz del Ejecutivo autonómico. Meritxell Budó ha dicho que si la inhabilitación es definitiva, primero el Parlamento "se deberá pronunciar" para ver cómo actúa y "en función de los resultados, podría haber elecciones". Budó también ha recordado que Torra podría apretar "el botón rojo" en cualquier momento aunque por ahora, aseguran en la Generalidad, no está entre sus planes a corto plazo.