Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido fundado por el corrupto confeso Jordi Pujol, ha emprendido los trámites para su liquidación judicial. El pasado 30 de diciembre, el abogado Francesc Sánchez, uno de los tres empleados que quedan en nómina de la formación nacionalista, presentó un preconcurso de acreedores que ha sido asignado al juzgado mercantil número 9 de Barcelona.
Cuarenta y seis años después de su creación, el partido aspira a desaparecer sin hacer demasiado ruido. Según el letrado Sánchez, la formación acumula una deuda de solo cuatro millones de euros y pretende negociar un plan de pagos con sus acreedores, la mayoría bancos, según ha informado La Vanguardia.
La pretensión de Sánchez, que ha ejercido de abogado de la formación y de sus líderes, entre ellos, de Pujol, en los múltiples casos de corrupción que afectan a esas siglas y sus dirigentes, es proceder a un cierre ordenado sin grandes escándalos y haciendo frente a la mayor parte de la deuda con los cerca de cuarenta locales, muchos de ellos hipotecados, con los que aún cuenta el partido.
El inicio de la disolución judicial de Convergencia coincide con el comienzo de la operación nacionalista para blanquear a su fundador Jordi Pujol, considerado por los "posconvergentes" como el padre espiritual del proceso separatista. El próximo domingo TV3 emitirá la primera entrevista con Pujol tras la confesión sobre sus pufos fiscales y la fortuna oculta en Andorra en verano de 2014, pero la corrupción no figura en el temario. En la entrevista se habla de la cooperación internacional de la Generalidad en sus tiempos, el 0,7%, no del 3%.
El partido ha tenido continuación con el PDeCAT (Partido demócrata catalán) y la candidatura Junts per Catalunya (JxCat), creados para no arrastrar el peso de la corrupción del fundador y del sistema de cobro de comisiones conocido como el 3%.
Camuflados con el Barça
Convergencia, según escribió Pujol en sus memorias, se fundó el 17 de noviembre de 1974 en el monasterio benedictino de Montserrat. Pujol y sus socios aprovecharon que se celebraba el 75 aniversario de la fundación del F.C. Barcelona para camuflarse entre los seguidores culés que acudían a Montserrat para celebrar su efeméride.
Aquel 17 de noviembre de 1974 -escribe Pujol. subí a Montserrat en el autobús de una peña barcelonista. A las once de la mañana, en una sala cedida por la comunidad benedictina, nos reunimos una setenta personas. Anton Cañellas y Josep Miró Ardèvol era la voz de Unió Democràtica; el padre Joan Carrera y Josep Castaño representaban a la ACO. Accio Catòlica Obrera; el abogado Miquel Roca i Junyent, a unos independientes colegas suyos. La mayor parte de los presentes eran efectivos del GASC (Grup d'Acció al Servei de Catalunya). (...) Expuse de nuevo la necesidad de hacer política, de contar con un partido nacionalista. Desués, en sucesivas reuniones, Unió de desligaría del proyecto, pero el hecho es que allí, en Montserrat, en una reunión que acabó a las cinco de la tarde se fundó Convergència Democràtica de Catalunya.
El pasado 30 de diciembre y en un juzgado de Barcelona se emprendió la cuenta atrás para la desaparición del partido que fue hegemónico desde 1980 y hasta 2003 y cuyos herederos gobiernan aún la Generalidad, han protagonizado un golpe de Estado y lideran el proceso separatista.