Según Carles Puigdemont, las fronteras mundiales están caducas, son anticuadas, fruto siempre de guerras, colonialismos y tratados reales, lo que no significa que haya que reducirlas, sino que se deben crear más porque los desastres contemporáneos como el Brexit o la despoblación en las áreas rurales de España, siempre según el expresidente regional, se deben a los modelos centralizados de Londres y Madrid, que "solo crean pobreza y desigualdad".
The New York Times ha vuelto a dar un espaldarazo a las tesis secesionistas con la publicación de un artículo de Puigdemont en el que el prófugo compara a España con Turquía y China y difunde mentiras como que los dirigentes golpistas que no huyeron con él pasarán entre nueve y trece años en la cárcel a pesar de que la junta de tratamiento penitenciario debaten ya la concesión del tercer grado a los condenados por el golpe de Estado de octubre de 2017.
"Racha autoritaria"
Según escribe Puigdemont en el diario estadounidense, la "racha autoritaria" de España "está siendo emulada por países como Turquía y China". Del primero asegura que ha tomado como modelo a España para suspender de funciones a cargos electos kurdos y de la China afirma que ha puesto como excusa la supuesta represión policial del independentismo en España para legitimar su actuación policial en Hong Kong. En opinión del prófugo, España ha sentado un precedente mundial que "inflamara los problemas territoriales en todo el mundo, validando la violencia institucional contra las minorías".
Cataluña, como Dinamarca
Acto seguido señala que Dinamarca y Cataluña tienen el mismo número de habitantes, unos siete millones y medio de personas, y afirma que los estados menos poblados son menos peligrosos y "tienen más razones que los grandes para ser pacíficos y abiertos al comercio". También propugna la celebración de un referéndum en Cataluña como en Quebec o en Escocia a pesar de que el separatismo considera que la votación del 1-O ya es suficiente para la proclamación de independencia de Cataluña.