Con la eficacia habitual de la Guardia Urbana de Barcelona cuando se permite actuar a sus agentes se acabó la acampada que durante 21 días ocupaba la plaza de la Universidad, en el centro de la capital catalana. Sobre la una de la madrugada, los antidisturbios del cuerpo policial que depende de la alcaldesa Ada Colau desalojaron a los acampados tras algunos conatos de resistencia reprimidos con un par de cargas y detenciones.
Los acampados llevaban en la zona desde el pasado 30 de octubre y pretendían quedarse hasta que no se pusiera en libertad a los condenados por el golpe de Estado de octubre de 2017 y cesara la supuesta represión del Estado. Hace unos días estos jóvenes, que se hacían llamar la "Generación 14-O" por el día en el que se publicó la sentencia del Tribunal Supremo perdieron el favor de las juventudes de la CUP y de ERC, que abandonaron la acampada no sin antes arramblar con los más de treinta mil euros recolectados en la "caja de solidaridad".
Además de efectivo, los acampados también recolectaron toda clase de enseres y víveres. Además de material informático y palés para montar barricadas y cortar el tráfico, también pedían embutido vegano.
En los últimos días los Mossos d'Esquadra habían identificado a más de cien individuos que participaban en la acampada y el "sindic de greuges" (defensor del pueblo autonómico) se quejó de las afectaciones que provocaban a la movilidad en el centro de la ciudad. Al tiempo, una joven dijo haber sufrido una violación en el campamento por la que ha sido identificado un individuo, pero no detenido porque no hay denuncia.