Ciudadanos no está descabezado. Es la idea que trataba de transmitir en todo momento el Secretario General del partido, José Manuel Villegas, en una rueda de prensa celebrada este miércoles, cuarenta y ocho horas después de la dimisión de Albert Rivera.
En los próximos días el presidente del Consejo General, Manuel García Bofill, designará una gestora, presidida por él mismo, y fijará la fecha de la quinta Asamblea General de la formación naranja, a celebrar como muy pronto el 10 de marzo.
Mientras, en unos meses que de nuevo serán decisivos para España, aquejada aún del bloqueo institucional que forzó la repetición electoral, la casi segura sucesora de Rivera, Inés Arrimadas, podrá ejercer cuasi de facto como líder, dada su condición de portavoz del grupo parlamentario. De momento, el propio Villegas dejaba claro que interinidad no significa inacción política ni, mucho menos, que no haya una estrategia clara en la política de pactos y alianzas a la que deben obediencia todos los dirigentes.
Así quedaba de manifiesto cuando era preguntado por las palabras del vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, quien este martes abría la puerta a reconsiderar su acuerdo de Gobierno con el PP en aras de impedir que Pedro Sánchez forme gobierno con Podemos y el apoyo de los separatistas. En esa comunidad Cs y PSOE suman para tener mayoría en las Cortes.
Para Villegas, no hay "cambio de cromos" que valga. "La política de pactos del partido la lleva la Ejecutiva permanente y no un vicepresidente de ninguna comunidad autónoma" afirmaba tajante, añadiendo, en claro aviso a navegantes, que "los pactos autonómicos están para mantenerse". Por lo demás, la postura de Ciudadanos es que Sánchez rectifique y se abra a un pacto con PP y PSOE para, como también explicaba Villegas, gobernar en solitario con el apoyo de esos dos partidos del centroderecha.