Por mucho que Pedro Sánchez quiera presentarse como la víctima de un bloqueo político o como estandarte de una izquierda con proyecto, lo cierto es que el goteo judicial incesante sobre los despropósitos de los gobiernos socialistas en Andalucía durante décadas no ayuda al entusiasmo del votante socialista. Y eso que se han librado por los pelos de una sentencia del caso ERE que, aunque fuera suave como un guante a medida, daría un fuerte golpe en el tablero electoral.
Manuel Chaves, aunque mantiene desde hace años una discreción casi sepulcral, no puede evitar que se recuerde que, bajo sus mandatos, cuajó una intensa acumulación de irregularidades sindical-patronales con cargo a los presupuestos y los más importantes fraudes como los que encajan en el caso ERE y los vinculados al caso del fraude de la formación. Ahora, vuelve a regurgitarse el caso de su hija, Paula Chaves, motivo de escándalo hace años y que ahora recobra vitalidad en plena campaña electoral.
El caso de la hija de Manuel Chaves
Hace años Libertad Digital dio la primicia de la presencia de la hija de Manuel Chaves en la empresa Minas de Aguas Teñidas (Matsa) tras haber pasado un tiempo en las jaimas empresariales de Abengoa. Se barruntaba que algo iba a ocurrir y ocurrió. Un día de enero de 2009, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía dio cuenta de que el gobierno de Manuel Chaves había concedido una ayuda a la empresa donde trabajaba su hija Paula, por importe, nada menos, que de 10 millones de euros.
Lo hizo saltándose su propia Ley de incompatibilidades porque, cuando menos y para salvar las apariencias, debería haberse ausentado del consejo de gobierno de la Junta, cuando se decidió conceder tal ayuda por estar vinculado familiarmente a quien representaba legalmente a la empresa beneficiada. Ni eso.
Ahora, vuelve de nuevo el caso de Minas de Aguas Teñidas SA (Matsa) y Paula Chaves, pero en otro de sus mimbres donde se enreda el nombre de Susana Díaz. El Tribunal Supremo ha decidido que los derechos mineros que el gobierno de Susana Díaz le adjudicó en 2014 en Puebla de Guzmán y Paymogo lo fueron de manera irregular.
Según el Supremo, la empresa Matsa se vio beneficiada por la administración andaluza en otro concurso irregular, como el ya famoso de la mina de Aznalcóllar que ha vuelto a la actualidad judicial, en la faltriquera de Susana Díaz y con Manuel Chaves al fondo. Pero esta vez sin un gobierno andaluz que ordene un recurso para detener las decisiones.
El laberinto de Susana Díaz
Pero, además, Susana Díaz se encuentra atrapada en un extraño laberinto forjado, a veces, por ella misma. De hecho, aunque la coincidencia de su comparecencia en la Comisión de Investigación sobre la FAFFE con la campaña electoral pueda ser discutida, no parece de recibo su desdén por el Pleno del Parlamento. Negarse a recibir la citación, lejos de hacer olvidar el asunto, lo trae a colación y lo agiganta. Ahora, la expectación por lo que hará el próximo jueves, día 7, será máxima.
Si a ello le unimos el que tiene a dos puntales de su partido y de su sector político a las puertas de los tribunales por diferentes razones, un presunto soborno e irregularidades varias, la cosa se ennegrece. De hecho, su secretario general del PSOE en Huelva va camino del juicio oral por el presunto soborno de Aljaraque y su ex alcalde de Granada, Francisco Cuenca, ya está procesado a causa del fraude de los cursos de formación cuando fue delegado de Empleo en Granada.
Invercaria, otro macrocaso de corrupción
Y no hablamos siquiera de Invercaria, otro macrocaso de corrupción, donde la Fiscalía Anticorrupción ha desmontado la defensa de los antiguos responsables de la empresa pública y, según cuenta El Mundo, ha denunciado que la Junta de Andalucía procedió más como encubridora que como perjudicada por las andanzas de sus máximos responsables.
Ciertamente, que el PP tiene igualmente imputado al presidente provincial de Almería, Gabriel Amat, un peso pesado del partido en tiempos de Javier Arenas y Mariano Rajoy –y ahora, pasado al casadismo–, y que en Ciudadanos se han dado algunos extraños casos de dimisión e incluso de corruptelas o enchufes, pero no llegan ni siquiera en conjunto a la estatura descomunal de los macrocasos que afectan al PSOE.
Las horas bajas de Núñez Bolaños
Además del caso de la juez Núñez Bolaños, denuncia del Fiscal Anticorrupción, investigación del Consejo General del Poder Judicial y plagio de la tesis, que igualmente afecta en directo al PSOE andaluz por ósmosis política, se encuentra el caso de la administración paralela fraguada por los gobiernos de Chaves y Griñán y tratada de legalizar por este último convirtiendo a los "entes" creados en "agencias" ya inmersas en la Administración andaluza.
Pero el nuevo gobierno de PP, Ciudadanos y Vox, por empeño muy especial de este último que es quien sostiene de hecho a los otros dos, quiere saber qué ha ocurrido en la llamada "administración paralela". Aunque al principio la investigación se limitó a algunos entes "paralelos" y la desarrolló la propia Intervención de la Junta, ahora el procedimiento va a ser otro y se comienza, precisamente, en esta semana electoral.
Auditorías de consultoras privadas
Anuncia ABC que el Gobierno andaluz va a aprobar de forma inminente la contratación de consultoras privadas para realizar las auditorías que sean necesarias para la totalidad del sector público instrumental, que emplea a 25.930 personas y que es denominado popularmente como la "administración paralela".
Serán 16 los lotes en los que van a encajarse todos los entes a investigar y que tienen como objetivo desde servicios sociales, comunicación o medio ambiente a educación, innovación o turismo. De este modo, tras el anuncio en campaña electoral, se procederá en 2020 al estudio de cada lote con los entes que correspondan. Esto es, un largo rosario de la aurora para el PSOE.
En este bucle nada hiperbólico, lo próximo será el comienzo de las comparecencias en la Comisión de Investigación de la FAFFE, su enchufismo y sus relaciones con las tarjetas sex-black con Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Susana Díaz, si finalmente acepta la citación y la todavía ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. Jueves y viernes de esta semana, oliéndose ya la tinta de las papeletas electorales. Desde luego, ayudar al PSOE, no lo ayuda.