Transcurridas varias semanas desde la investidura fallida de Pedro Sánchez, y ante la ausencia de negociaciones formales entre el PSOE y Podemos para formar Gobierno, Vox se muestra convencido de que las verdaderas intenciones del presidente en funciones son ir a elecciones generales el próximo 10 de noviembre.
El partido ha denunciado siempre la existencia de un pacto de izquierdas y la creación de un Frente Popular con los separatistas que, tarde o temprano, acabaría fraguándose. Sin embargo, ahora acusan a Sánchez de estar "engañando" a los españoles y de montar un "paripé" con su ronda de contactos para culpar a Podemos y la derecha de ir a nuevas elecciones, según ha dicho su diputado, Ignacio Gil Lázaro en el Congreso.
Rechazan concurrir con la marca España Suma
Preguntado por la posibilidad de concurrir a unas nuevas elecciones bajo la marca de España Suma, que el PP ha propuesto a Cs y Vox, Lázaro lo ha rechazado de plano. "Respetamos la iniciativa política de los otros grupos parlamentarios" ha dicho para a continuación añadir que "Vox tiene la intención de seguir construyéndose como un proyecto político propio y de seguir compareciendo con su propia entidad ante los españoles".
"Cada día notamos más en la sociedad española la demanda de una formación como la nuestra", ha defendido Lázaro frente a la caída del partido en las encuestas. "Los partidos clásicos, incluidos los que eran nuevos hace pocos años, son incapaces de desbloquear la situación", ha añadido defendiendo la marca de Vox.
El crecimiento del partido
De hecho el partido está en pleno proceso de profesionalización y ha anunciado la contratación de entre 50 y 60 personas para hacer frente al crecimiento experimentado en el último año con 50,000 afiliados y representación en varias instituciones. También han vuelto a cambiar de sede a un edificio de cuatro plantas y situado en el barrio de Chamartín.
La formación de Santiago Abascal ya rechazó en las pasadas elecciones generales formar parte de una lista conjunta para el Senado como propuso el PP a Vox y Cs. Y no renunció a concurrir con su marca en las provincias más pequeñas como pretendía el PP para favorecer la estrategia del llamado "voto útil".